Hombres argentinos reclaman contra la violencia hacia la mujer

Fueron 231 los que firmaron un compromiso para detenerla. Según Darío Witt, fundador de Casa Abierta María Pueblo, si los hombres no reclaman se convierten en cómplices. Según la OMS, esta es la primera causa de muerte o invalidez entre las mujeres de 16 a 45 años a nivel mundial.

En un acto público sin precedentes en Argentina, 231 hombres firmaron ayer en el Obelisco un compromiso para detener la violencia ejercida sobre la mujer.

 

«Vimos un informe de la Organización Mundial de la Salud que decía que la violencia familiar es la primera causa de muerte o invalidez permanente de las mujeres de entre 16 a 45 años en el mundo», relató Darío Witt, coordinador fundador de Casa Abierta María Pueblo, una organización que trabaja integralmente para erradicar la violencia sobre mujeres, niñas y niños, que «son principales víctimas” de la violencia doméstica.

Hubo más de 300 participantes espontáneas durante el acto simbólico en el que 231 hombres firmaron un compromiso individual de detener este flagelo y además hicieron un minuto de silencio para recordar a las mujeres y niños víctimas de la violencia familiar en el que cada hombre levantó un cartel con el nombre de una mujer muerta.

 
«La violencia de género no es un problema privado o aislado: se ha transformado en un grave acontecer social», señaló Witt, que indicó que según medios de comunicación en Argentina murieron 231 mujeres por esta causa durante 2009.

«El trabajo de las organizaciones de mujeres es fundamental, pero el compromiso de los hombres para lograr los cambios en esta problemática es imprescindible», indicaban los afiches que se vieron durante el acto espontáneo, además de los carteles más llamativos con el lema “¡Basta de violencia de género!”.

«Si los hombres no asumimos un compromiso activo en esta lucha junto a las mujeres, por acción u omisión, somos cómplices de los agresores», opinó Witt, que explicó que fue «un acto provocador en el buen sentido porque fueron los hombres los que firmaron el compromiso público, en el Obelisco, un símbolo argentino».

«Hay un abuso de poder legitimado. Los principales responsables somos los hombres. Estamos culturalmente aprendidos para abusar del poder», sostuvo el fundador de Casa Abierta María Pueblo, que atendió más de 20.000 personas víctimas de violencia familiar en los últimos 14 años

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