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“Chequeos de fertilidad” con una muestra de sangre

Mediante una prueba que mide una hormona, se permite conocer la reserva ovárica de la mujer, que comienza a decaer tras cumplir los 30 años. Si los índices son bajos, especialistas sugieren la vitrificación de óvulos, un método que los congela sin dañarlos.

Las mujeres ahora están en condiciones de realizarse un «chequeo de fertilidad» mediante un simple análisis de sangre que le permitirá conocer la reserva ovárica con la que cuenta. Esta novedosa técnica mide la hormona Antimülleriana, la más exacta para conocer las chances de ser mamá, con tan sólo una muestra de plasma.

Los especialistas del  MaternityBank, donde se practica este método, pusieron de relieve que a partir de los 30 años, la mujer se queda con solo el 12% de su reserva ovárica.

«Cuando los valores de esta hormona están por encima de 1,1 ng/ml aún la reserva ovárica es buena y es el momento oportuno de vitrificar los óvulos si no desea buscar un embarazo en ese momento», explicó Carlos Carrere, Director de la institución.

Carrere detalló que «si el valor está muy por encima del indicado, la mujer puede hacer un control anual y decidir la vitrificación cuando el valor de Antimülleriana comience a descender, siempre que el deseo de fertilidad desee postergarse».

Dentro de las técnicas de Preservación de la Fertilidad, la vitrificación de óvulos es la opción que permite conservar la capacidad reproductiva de la mujer hasta el momento en que desee el embarazo. Es una técnica nueva que permite posponer la maternidad el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades de logarla que en el momento en que se vitrifican los óvulos.

«Hay una relación directa entre capacidad fecundante de los óvulos y la edad. A mayor edad, menor capacidad fecundante, y hoy la mujer estadísticamente posterga cada vez mas la maternidad, poniendo en riesgo sus posibilidades de ser madre», consideró Carrere.

El especialista explicó que «cuando la hormona Antimülleriana está por debajo de 1,1 ng/ml y por encima de 0,40 ng/ml, la reserva ovárica está muy reducida y la vitrificación debe hacerse en el menor tiempo posible”. Por otra parte, el médico dijo que  “a veces se necesitan dos procedimientos para contar con una cantidad adecuada de óvulos».

 

Una técnica que detiene el reloj

La vitrificación de ovocitos u óvulos, es un proceso nuevo, que se ha estado desarrollando exitosamente en los últimos años y  se basa en el congelamiento acelerado. Los métodos que se usaban hasta ahora podían dañar los óvulos al formarse cristales de hielo.

En cambio ahora, mediante esta nueva tecnología, la vitrificación, se los enfría lo suficientemente rápido para que la transformación de líquido a sólido sea instantánea, eso significa que no se forman cristales de hielo, y los óvulos quedan intactos.

Esta técnica consiste en reducir la temperatura a la que se expone el óvulo, de 22ºC iniciales a -196ºC de una manera súbita, tan rápida que la velocidad de enfriado es de 23.000 grados por minuto, a diferencia de las técnicas tradicionales donde la velocidad oscilaba entre los -0,3 y los -2 grados por minuto.

 

Es necesario incubar los óvulos en una solución con alta concentración de crioprotector que evite los daños producidos durante la vitrificación, e inmediatamente después se los introduce en nitrógeno líquido. De esta forma se transforma un cuerpo líquido en vítreo en menos de un segundo.

El proceso completo consiste en una estimulación hormonal, y la extracción de varios óvulos mediante una sencilla intervención llamada punción ovárica. Una vez recuperados, se vitrifican en el laboratorio y se mantienen almacenados en nitrógeno líquido durante un tiempo indefinido.

Ésta es la gran ventaja de este proceso, se pueden conservar indefinidamente, aunque se plantean los 50 años como límite ético para ser madre, aunque dicho límite es arbitrario y por ende cuestionado. Sin embargo es la solución ideal para la mujer que estando en la década de los 30, desea ser madre mas cerca de los 40 por ejemplo.

Cuando más adelante la mujer decidiera utilizar los óvulos congelados, se deberá preparar el endometrio (mucosa que cubre el interior del útero) para la implantación de los embriones.

Se descongelarán los óvulos y se fecundarán mediante la técnica de Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI) para luego transferir estos embriones al ùtero materno.

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