INVESTIGACIóN EN VIENA |

El amor impide pensar con claridad, al menos a los conejillos de la India

Un estudio mostró que los animales solos encontraban su alimento en un laberinto con más rapidez que los que estaban en pareja. Los cobayos acompañados pasaban demasiado tiempo concentrados en su objeto vivo de deseo.

Cuando uno se enamora no puede pensar con claridad: esto que desde hace tiempo se presume ocurre en el ser humano, fue comprobado por científicos de la Universidad de Viena en experimentos con conejillos de la India.

Los animales solos encontraban más rápido y de manera más efectiva el alimento escondido en un laberinto que los cobayos en pareja, quienes estaban demasiado concentrados en su objeto vivo de deseo, explican los especialistas en un artículo publicado en la revista «Physiology & Behaviour», en su edición de marzo.

 
En un estudio anterior, se había comprobado que los conejillos de Indias en pareja presentaban cantidades significativamente más altas de oxitocina, conocida como la hormona del amor y la felicidad, que los «solteros», informó el etólogo y director de la investigación Ivo Machatschke en Viena. El nuevo trabajo tenía como objetivo determinar qué efecto tiene esto sobre la capacidad de aprendizaje y recuerdo.

 
En sus experimentos, los investigadores observaron durante semanas a dos grupos de cobayos: unos estaban en pareja y otros vivían solos. Durante varios días consecutivos debían hallar alimento, que siempre se encontraba en el mismo lugar en un laberinto.

 
Mientras que los animales en pareja realizaban todos los días una nueva búsqueda, los solteros recordaban el lugar donde se encontraba el alimento y lo hallaban cada vez más rápido con el paso del tiempo.

«Los animales están muy concentrados en su pareja», explicó Machatschke la diferencia observada. Pero el amor no sólo hace que los animales sean más lentos para aprender, sino que también les causa estrés. Los científicos comprobaron que los cobayos en pareja tenían un nivel más alto de cortisol, una hormona segregada por las glándulas suprarrenales en situaciones de emergencia o estrés.

Los animales solteros no tenían tanto cortisol, lo que podría explicar su capacidad para resolver mejor los problemas. «Esto es un indicio de un hipocampo -el lugar del cerebro en el que confluyen informaciones de diferentes sistemas sensoriales- menos recargado y, por lo tanto, de una mejor elaboración de las informaciones ambientales», dijo Machatschke.

 
Los científicos subrayaron que las parejas de cobayos se habían conocido hacía poco tiempo, por lo que el enamoramiento era reciente.  A largo plazo, los animales en pareja superan a los solteros. Experimentos anteriores con ratas y ratones demostraron que un entorno social intacto mejora la capacidad de aprendizaje y memoria.

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