La ansiedad del padre primerizo

Aunque cada nacimiento es especial, los padres suelen transitar más este estado con el hijo primogénito. También se evidencia en los hombres cuando la pareja debió atravesar tratamientos de fertilización asistida.

La ansiedad, típica de los padres primerizos

El nacimiento de un hijo, cuando se trata del primero, representa también el nacimiento de un padre. Esto quiere decir que la vida de esa persona, del hombre que vio nacer a su bebé, ya nunca será la misma, lo que puede generar cuadros de ansiedad.

Según la licenciada Gabriela Martínez Castro, directora de Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), si bien en líneas generales esta sensación se presenta en todos los hombres, para los que de por sí son ansiosos o que en algún otro momento de su vida experimentaron algún trastorno similar, la situación puede ponerse peor.

 

«Habitualmente se despiertan niveles de ansiedad más altos de los normales, porque a partir del nacimiento del bebé, no sólo se tiene a cargo la propia vida, sino la vida de otro ser humano, que es completamente dependiente, desde el punto de vista económico, físico y emocional», agregó la especialista.

Actualmente la estructura familiar cambió por completo y ya no son las mujeres las que se quedan en la casa cuidando de los chicos, mientras los hombres salen a trabajar durante todo el día. Hoy, ellos se vinculan y acompañan a los hijos igual o más que ellas. Sin embargo, no es hasta  que se avecina el Día del Padre, que se celebrará este domingo 19, poco se habla sobre el rol de los hombres, de los papás.

 
Por eso es tan importante redefinir el rol del padre, aunque en ese camino pueden surgir obstáculos: por cuestiones culturales y físicas (la que transita el embarazo es la mujer, por lo que los hombres suelen no sentirse conectados con el bebé hasta el momento del nacimiento). Entonces , al tener al niño en brazos experimentan una ansiedad que nunca habían sentido, una sesación que abarca el miedo, la alegría y la incertidumbre.

Esto, naturalmente, le pasa a todos aunque hay algunos que lo sufren de forma más acentuada, como los padres primerizos, los que ya tienen cierta edad y también los que debieron someterse, junto con su pareja, a un tratamiento de fertilidad.

No hay que olvidarse del rol de sostén de su pareja que luego del nacimiento -aunque también durante el embarazo- debe desempeñar el hombre: Las cosas cambiaron mucho, pero no del todo. Así, el varón debe acompañar y sostener a su mujer para que ella pueda cumplir con su rol de mamá, pero además disfrutarlo.

«Para evitar el agobio que generan los cambios de la vida, algo que es completamente entendible, suele ser útil verlos no como algo malo, sino como parte del paso de los años. Obviamente todas las personas reaccionan de manera diferente, y nunca hay una sola manera de ver las cosas. Por eso está bueno que cada uno se de el tiempo necesario. Sin embargo, si se advierte la posibilidad de que esté pasando algo más allá, es importante consultar y pedir ayuda», completó la licenciada Martínez Castro.

También hay que tener muy presente la importancia de reforzar y trabajar siempre en el vínculo de la pareja. Desde ya ante la llegada de un hijo, éste se modifica. Pero es importante recordar siempre que antes que una familia, un hombre y una mujer son una pareja, y sólo cuidando ese vínculo se le podrá transmitir al niño conceptos de armonía, felicidad, seguridad y paz.

Fuentes: PRO-Salud News

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