LA OBESIDAD, UNA EPIDEMIA MUNDIAL |

Los beneficios del tratamiento multidisciplinario para bajar de peso

Más allá de las alternativas quirúrgicas como la colocación del intragástrico, el éxito a largo plazo se garantiza con el seguimiento del paciente por parte de un equipo especializado, indicaron expertos. Deben participar psicólogos, nutricionistas y endocrinólogos, entre otros.

Según la Organización Mundial de la Salud, existen en el mundo 1000 millones de personas adultas con sobrepeso y más de 300 millones son clasificados como obesos. Esta problemática no escapa a la Argentina, ya que según datos del Ministerio de Salud de la Nación, de cada 100 adultos, 14 pueden ser considerados obesos y otros 34 tienen kilos de más.

En la actualidad, varias alternativas diferentes buscan solucionar aportar soluciones. Entre ellas están las quirúrgicas (bypass, banda y manga gástrica) y las no quirúrgicas (tratamientos farmacológicos, nutricionales y endoscópicos). Como cada una de ellas posee características e indicaciones determinadas, el paciente debe ser evaluado previamente para que se le pueda ofrecer la  mejor opción .

Para obtener éxito en los tratamientos también es fundamental contar con un equipo multidisciplinario de profesionales capacitados que puedan brindar un tratamiento integral, y además del compromiso de la persona para lograr cambios no sólo en su peso sino en los hábitos alimentarios.  .

«Es fundamental que cada paciente tenga un seguimiento detallado por parte de médicos, nutricionistas, endocrinólogos, psicólogos y psiquiatras, porque quien realiza un tratamiento y no trabaja sobre los diversos aspectos de la problemática de la obesidad; está condenado al fracaso», afirmó el doctor Christian Sanchez, médico endoscopista y especialista en la colocación del balón intragástrico de Gedyt (Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica).

Para Guillermina Rutsztein, especialista en Salud Mental, la colocación del Balón Intragástrico -que se implanta por medio de endoscopia e insufla con líquido, por un período de 6 meses- “se utiliza en pacientes que ya intentaron otro tipo de tratamientos nutricionales o farmacológicos sin éxito, y que tienen un sobrepeso u obesidad moderada”.

“También se recomienda para quienes presentan un alto riesgo quirúrgico o para quienes deben descender de peso previo a una cirugía bariátrica”, especificó Rutsztein, para luego agregar que “en la etapa de evaluación previa se evalúa la presencia de patologías que contraindiquen la colocación, como el abuso de alcohol, la bulimia nerviosa, y depresiones severas, entre otras”.

La licenciada Magdalena Ramos Mejía, nutricionista del mismo equipo, enfatizó en que  “el desafío es mantener el descenso de peso luego del tratamiento”, etapa en donde se vuelve clave el trabajo del equipo multidisciplinario.

Por su parte, la experta en salud mental Fernanda Colla, especialista en salud mental  agregó que «tras la intervención, el paciente debe mantener entrevistas de seguimiento periódicos, donde se trata, por ejemplo, el tema de su  ansiedad y se explica y analiza cómo la comida suele ser un refugio frente a situaciones emocionales intensas».

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