Menopausia: el 85% de las mujeres sufre sofocos y sudoraciones nocturnas

Aunque no se trata de una enfermedad, merece una especial atención por los cambios hormonales que provoca. Su llegada marca el final del período reproductivo de la mujer y posee síntomas que la caracterizan y otros que se asemejan a los prementruales.

La menopausia no es una enfermedad ni una afección, sino un proceso natural que marca el cese total de los ciclos menstruales, es decir, el final de la capacidad de reproducción de la mujer. Su comienzo suele darse entre los 48 y los 55 años, aunque también puede comenzar antes de llegar a los 40 o cerca de los 60.

 

Algunos cambios que pueden evidenciar este estadio son el sangrado decreciente o períodos de menstruación salteados. Así, este proceso puede extenderse entre 6 meses y dos años. Por la dificultad para determinar con certeza el final de los ciclos, se recomienda seguir utilizando métodos anticonceptivos hasta 4 o 6 meses después de la última menstruación.

 

Cambios hormonales

 

Durante el período de fertilidad, cualquiera de los dos ovarios puede gestar un óvulo y aumentar la producción de estrógeno y progesterona. Pero con la llegada de la menopausia, esta función se desdibuja y con ella decae la producción de estas hormonas. Como consecuencia de este proceso, el 85% de las mujeres sufre sofocos y sudoraciones nocturnas.

 

Estos fenómenos todavía no están bien estudiados, pero serían producto de la inestabilidad para regular la temperatura del cuerpo. El síntoma clásico es una repentina sensación de calor en la cara y en la parte superior del cuerpo. La frecuencia e intensidad son muy variables en cada caso.

 

Sofocos: ocurren de repente, sin un indicio y suceden muy rápido, a lo sumo duran un minuto. Aunque en la mujer suelen provocar incomodidad y vergüenza, son imperceptibles para el resto de las personas.

 

Sudoraciones nocturnas: es lo mismo que el sofoco, pero durante el período de sueño. Pueden ser lo suficientemente intensos como para despertar a la persona, por ese motivo generan irritabilidad, insomnio, fatiga y síntomas de depresión, todas situaciones típicamente asociadas a la menopausia.

 

Todos son síntomas equiparables a los que tienen algunas mujeres antes de la menstruación, y que también están ligados a los cambios hormonales. Pero otras manifestaciones que se perciben en este período son sequedad vaginal, problemas en el acto sexual o un marcado aumento del deseo erótico

 

En algunos casos, los médicos recomiendan un tratamiento de reemplazo de hormonas, incorporando estrógeno y progesteno, pero esto depende del análisis que se haga del paciente en cada caso.

 

 CAMBIOS ASOCIADOS A LA MENOPAUSIA

 

Premenopausia: declinación de la función del ovario, ciclos irregulares, menstruación más fuerte o liviana de lo habitual, sofocos, sudoraciones nocturnas.

 

Posmenopausia: final de la menstruación, angostamiento del conducto vaginal, sequedad vaginal, osteoporosis, aumento de peso, cambio en la tersura de la piel.

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