El cuerpo humano tiene su propio reloj interno y los expertos saben que en el período comprendido desde las 6 de la mañana al mediodía es el momento de la jornada en el que se producen más infartos. Pero un estudio de investigadores españoles publicado en la revista “Heart” reveló un dato hasta ahora desconocido: estos ataques tienen más probabilidades de ser graves que los que ocurren en otros momentos del día.
El grupo liderado por el investigador Boja Ibáñez, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC) realizaron un seguimiento a 811 pacientes que ingresaron al Hospital Clínico San Carlos de Madrid con un infarto entre 2003 y 2009.
Los concurrentes que presentaban un ataque cardíaco grave fueron divididos en grupos en función del momento del día en que habían sufrido el evento. A todos ellos se les sometió a un análisis de enzimas para comprobar el impacto que había tenido el infarto sobre su corazón.
Tras analizar los datos, los investigadores no sólo corroboraron que se producían más ataques cardíacos durante la mañana, sino que el área afectada era significativamente más grande –hasta un 20% mayor- que la que resultaba dañada si el evento cardiovascular se producía a otra hora.
Los autores del trabajo remarcaron que el descubrimiento sugiere que el inicio de los síntomas de infarto es una variable importante a la hora de buscar nuevas estrategias de ‘cardioprotección’. Incluso Borja Ibáñez subrayó que con las conclusiones se abren nuevos caminos de investigación
El experto agregó que con las conclusiones de este estudio se abren nuevas e importantes vías de investigación: por un lado, la que determinará los mecanismos por los que el corazón “tolera” mejor los infartos a determinadas horas del día; por otro, la que tiene como objetivo dilucidar de qué manera puede tratarse precozmente a los pacientes que sufren un ataque cardíaco en las primeras horas del día.
Fuentes: ELMUNDO.es
