TRABAJO PUBLICADO EN JAMA |

¿Apnea de sueño asociada a la pérdida de memoria?

Según un estudio, las mujeres mayores que padecen pausas en la respiración al dormir serían más propensas a desarrollar problemas cognitivos y demencia. Para las conclusiones analizaron a 300 voluntarias.

Las mujeres mayores que padecen una condición que genera pausas en la respiración al dormir llamada apnea del sueño serían más propensas a desarrollar problemas de memoria y demencia, según un estudio realizado en Estados Unidos.

No está claro si tratar el problema, que es especialmente común entre los ancianos con sobrepeso, ayudaría a prevenir el deterioro de la memoria, en parte porque no se cuenta con respuestas claras que vinculen el trastorno del sueño con el de memoria.

Sin embargo, el nuevo estudio, en el que participaron 300 mujeres, halló que un poco más del 45% de las que tenían síntomas de apnea del sueño en las primeras pruebas habían desarrollado un trastorno cognitivo leve o demencia cinco años después.

En cambio, sólo el 31% de las voluntarias que no tenían problemas de sueño desarrolló trastornos cognitivos y de memoria, señaló la investigación, dirigida por Kristine Yaffe, de la University of California en San Francisco.

«Entre las mujeres de más edad, quienes tenían una respiración alterada por un problema del sueño corrían un riesgo mayor de desarrollar un trastorno cognitivo», escribieron Yaffe y sus colegas en Journal of the American Medical Association.

Yaffe y su equipo hicieron una prueba de apnea durante la noche a 298 mujeres sin demencia que tenían en promedio 82 años. El análisis mostró cambios en la respiración y el flujo de oxígeno durante la noche, además de interrupciones frecuentes y cortas del sueño, lo que es una señal de este problema. Algo más de un tercio de las mujeres tenía este trastorno.

Hace aproximadamente cinco años, esas mismas voluntarias participaron en una serie de pruebas de memoria y razonamiento y los médicos evaluaron a todas las que dieron muestras de algún deterioro cognitivo.

«Parece que tiene sentido que un buen descanso protege al cerebro», dijo Robert Thomas, que estudia el sueño en la Escuela Médica de Harvard en Boston y no participó en el estudio. «Simplemente no tenemos datos para responder a muchas de las cuestiones sencillas que las personas pueden tener en la historia clínica», agregó.

La apnea del sueño ha estado relacionada con otros problemas, como la presión alta y el colesterol. Los investigadores apuntaron al menor flujo de sangre al cerebro durante el sueño como posible causa de los trastornos cognitivos.

De hecho, cuando los autores estudiaron a los factores específicos que entraban en el diagnóstico de la apnea del sueño, hallaron que la falta de oxígeno constante durante la noche estaba relacionada con problemas de memoria y pensamiento, y no tanto con la cantidad total de sueño de las mujeres estudiadas ni con el número de veces que se despertaban durante la noche.

Thomas dijo que no todo el mundo con apnea del sueño presenta síntomas, entre los que se encuentran el cansancio y los ronquidos, y que la gente con sobrepeso o con enfermedades cardiovasculares o de presión arterial deberían también considerar la posibilidad de someterse a la prueba.

Sin embargo, los investigadores aún no saben en qué medida el tratamiento, que consiste en una mascarilla que suministra aire para facilitar la respiración durante la noche, puede prevenir las complicaciones de la apnea del sueño, incluido el deterioro cognitivo.

«El mayor agujero en la (investigación) de la apnea del sueño: ¿Cuáles son los resultados del tratamiento?», dijo Thomas. Yaffe coincidió: «Ese es obviamente el próximo paso y una pregunta importante».

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