La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el pasado 15 de octubre el uso de la toxina botulínica tipo A para la prevención de las migrañas crónicas en pacientes adultos. En Gran Bretaña, dicha autorización se otorgó el mes pasado. El medicamento, más conocido por su marca, Botox, ya se encontraba autorizado para varias indicaciones, entre ellas, la sudoración excesiva, la distonía cervical, la espasticidad y el estrabismo. Además de estos usos y del empleo con fines estéticos (para las arrugas), recién ahora cuenta con permiso oficial en los Estados Unidos para los fuertes dolores de cabeza.
Cabe aclarar que las inyecciones de este fármaco no apuntan a tratar episodios aislados. La FDA aclaró específicamente que está indicado para las migrañas crónicas, que se definen como aquellas que ocurren durante más de catorce días al mes. Son dolores de cabeza intensos que pueden ir acompañados de náuseas, vómitos, mareos, sensibilidad a la luz y a los ruidos. Pueden resultar incapacitantes y repercutir seriamente en el trabajo y en las actividades sociales y recreativas. En cuanto a la prevalencia, afecta a más mujeres que a hombres.
Para quienes no encontraban una solución con otras terapias farmacológicas, ahora hay una nueva opción en EEUU. La forma de administración sugerida son inyecciones aplicadas en distintos puntos de la frente, la nuca, el cuello y los hombros, cada tres meses.
El Botox, elaborado por Allergan, se evaluó en estudios clínicos para determinar su eficacia para las migrañas. Los efectos secundarios observados con más frecuencia fueron dolor de cabeza y en el cuello.
En su comunicado, la FDA señaló la necesidad de consultar al médico para saber si este nuevo tratamiento es adecuado en cada caso particular, debido a las contraindicaciones y advertencias relativas a su uso. Los efectos de la toxina botulínica pueden expandirse a otras áreas del cuerpo y provocar reacciones similares a las del botulismo, como dificultad para respirar y para tragar que, a su vez, pueden provocar la muerte.
Algunos expertos consideran que las ventajas del Botox para las migrañas crónicas son sólo modestas, ya que las personas que recibieron placebo también presentaron una reducción importante de las horas en que sufrían dolores de cabeza. Sin embargo, aquellos que no encuentran soluciones con otros tratamientos ahora tienen otra opción, e incluso una pequeña mejoría puede significar un gran cambio en su calidad de vida.
