Cáncer: descubren proteína capaz de atacar a las células enfermas

Se trata de la perforina, que limpiaría las partículas anormales. Mediante microscopios poderosos, pudieron identificar cómo actúa. Los científicos dijeron que este hallazgo los habilita a investigar terapias contra este mal y otras afecciones como la diabetes tipo 1 y la malaria.

Un equipo de científicos australianos y británicos descubrió una proteína que destruye las células enfermas, un hallazgo importante en la lucha contra el cáncer, la malaria y la diabetes, indicaron. De nombre perforina, “ataca las células anormales y hace un agujero en su membrana para dejar pasar las enzimas asesinas» y este procedimiento “responde a un misterio fundamental de la inmunidad”.

 

El jefe del proyecto, James Whisstock, de la universidad Monash, en Melbourne, explicó que la proteína «se introduce dentro de las células que resultaron contaminadas por un virus o transformadas en células cancerígenas, y permite a la enzima introducirse en la célula para limpiarla» a la par que aclaró que sin ella, el sistema inmunitario sería incapaz de realizar este proceso.

Unos microscopios ultrapoderosos instalados en Australia y en el Birkbeck College de Londres permitieron a los científicos estudiar la estructura y la función de la perforina, lo que les permitió descubrir «una molécula poderosa» que apunta a las células malignas o infectadas, indicó el investigador. Sin esta proteína -difundida por células asesinas dedicadas a la destrucción de invasores tóxicos-, el cuerpo no puede combatir las infecciones.

Estudios hechos sobre ratones demostraron un vínculo entre una perforina deficiente y la leucemia o un crecimiento acelerado de las células malignas. Este descubrimiento tiene implicaciones para las enfermedades autoinmunes, tales como la diabetes juvenil de tipo 1, y para los pacientes trasplantados, ya que la proteína está igualmente relacionada con la eliminación de células sanas y el rechazo de tejidos orgánicos, según Whisstock. «Ahora que sabemos cómo funciona, podemos comenzar a trabajar para utilizarlo para combatir el cáncer, la malaria y la diabetes», agregó.

Según Joe Trapani, que forma parte del equipo de investigadores, este estudio que duró 10 años descubrió que la estructura de la perforina era similar a la de las toxinas bacterianas tales como la listeria o el bacillus anthracis (ántrax), lo que permite pensar que el cuerpo asimiló tácticas de defensa a partir de enfermedades. «Aprendimos esta técnica a partir de bacterias en un momento (de nuestra evolución) y la utilizamos ahora contra ellas», declaró.

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