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Carteras de Salud y Turismo pidieron que quienes viajen a los juegos Olímpicos se vacunen contra el sarampión

Lo advirtieron porque Europa registra una fuerte circulación del virus. En Argentina no se registran casos autóctonos desde 2000, por lo que se busca evitar que se reinserte la enfermedad en el país. 

Ante la cercanía de la celebración de los Juegos Olímpicos Londres 2012 que comienzan el próximo 27 de julio, el Ministerio de Salud de la Nación, conjuntamente con la cartera de Turismo a cargo de Enrique Meyer,  recomendaron a las personas que tengan previsto viajar a Inglaterra, tener completo el esquema de vacunación contra el sarampión dado que en el continente europeo se registra una importante circulación viral de esa enfermedad.

«Debido a que el virus del sarampión –una enfermedad muy contagiosa que puede ocasionar complicaciones graves como encefalitis o neumonía, entre otras– está circulando con intensidad en Inglaterra, Europa y otras partes del mundo, le pedimos a las personas que vayan a viajar a esos destinos, que se vacunen contra esta patología para evitar que produzcan la reintroducción de este virus en la Argentina”, afirmó el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur.

El funcionario advirtió que “los viajes internacionales muchas veces facilitan la  transmisión de la enfermedad de un país a otro produciendo un cambio del escenario epidemiológico existente”, al tiempo que hizo hincapié en la necesidad de “extremar las medidas de prevención para que no se produzcan nuevos casos de sarampión en el país, el cual se encuentra libre de circulación viral autóctona desde el año 2000”.

En ese sentido, a partir de la semana próxima los deportistas de la delegación argentina que competirán en los Juegos Olímpicos Londres 2012, comenzarán a ser vacunados en un operativo coordinado entre el Ministerio de Salud y la Secretaría de Deportes de la Nación.

Una persona es inmune al sarampión si acredita esquema completo de vacunación al año de vida y al ingreso escolar con doble o triple viral; cuando tiene más de 50 años de edad; cuando tiene entre 5 y 50 años y ha recibido al menos dos dosis de la vacuna y cuenta con el certificado que así lo acredita; o cuando se ha vacunado contra el sarampión y la rubéola durante las campañas nacionales, y cuenta con el certificado. Para quienes no cumplen con estos requisitos se recomienda recibir, al menos, una dosis de la vacuna doble o triple viral.

En otro orden, la cartera sanitaria nacional solicitó a los profesionales de la salud que aprovechen la consulta médica por cualquier motivo para verificar los antecedentes de vacunación para esta enfermedad, con la finalidad de alcanzar coberturas de vacunación satisfactorias en la población para evitar la propagación del mismo ante el riesgo permanente de importación.

Si bien en la Argentina no circula el sarampión desde el año 2000, el riesgo de inserción de esta enfermedad al país es alto y permanente, ya que el virus tiene una fuerte presencia en Europa, el sudeste asiático, el Pacífico oriental y África.

“En Argentina no se han registrado epidemias desde 1998 y a partir de 2002 se consideró interrumpida la transmisión endémica del virus en la Región de las Américas gracias a las campañas nacionales de vacunación que se llevan a cabo en la región para evitar la reintroducción de la enfermedad”, consideró Carla Vizzotti, responsable del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la cartera sanitaria nacional. Sin embargo “se debe mantener el alerta porque si alguien que no tiene protección adecuada se expone al contagio, puede a su vez contagiar a quienes no están protegidos y desencadenar brotes locales”, advirtió.

En el continente americano, la enfermedad se encuentra en proceso de eliminación, ya que las coberturas de vacunación son altas respecto de los otros continentes.

El sarampión es una enfermedad extremadamente contagiosa de origen viral que se transmite por vía aérea y se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al  hablar, toser o estornudar o bien simplemente por estar en contacto con cualquier objeto contaminado. El virus puede vivir hasta 2 horas sobre las superficies contaminadas.

Los síntomas iniciales suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección y son fiebre alta; secreción nasal, conjuntivitis y tos; pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla, y erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo.

Las complicaciones pueden ser por el mismo virus o por una sobreinfección bacteriana, e incluyen diarrea intensa, infecciones al oído,  laringotraqueobronquitis (crup), neumonía, meningoencefalitis, convulsiones y ocasionalmente la muerte.

Si bien todos podemos tener sarampión, el virus afecta sobre todo a los niños y los casos más graves se dan en lactantes, menores de 5 años, desnutridos y adultos con inmunodeficiencias. El sarampión tiene una letalidad de entre el 3 y 6 por ciento de los casos.

La vacuna contra el sarampión está contenida en la inmunización Triple Viral, que también protege contra la rubéola y las paperas. Esta vacuna es obligatoria y debe ser aplicada a los niños  al cumplir el año de vida con un refuerzo al ingreso escolar, según el Calendario Nacional de Vacunación. También se aplica una dosis a los 11 años a aquellos chicos que no hubieran recibido las dos dosis correspondientes.

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