Claves para la higiene íntima de la mujer

Por Celina Abud.- La Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Brasil presentó las primeras guías mundiales para una buena limpieza del área. Sepa con qué frecuencia se debe efectuar, qué productos elegir y qué técnicas emplear.

Se debe higienizar el área vulvar al menos entre una y tres veces por día en países cálidos

La mujer de hoy gasta tiempo y dinero en el cuidado personal, se maquilla, se peina y elige productos específicos para cuidarse. Sin embargo, según declaró el Dr. Paulo Giraldo,  “dedica muy poco tiempo al cuidado de su área genital, aunque este concepto esté mucho más aceptado que en otras épocas”.

 

El médico, que pertenece a la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Brasil, fue uno de los responsables de plasmar las primeras guías mundiales para la higiene íntima femenina, adaptadas a las necesidades de las mujeres de hoy.

 

Para elaborar las recomendaciones, se analizaron 147 trabajos. Como resultado, redactaron sugerencias orientadas a las distintas etapas de la vida, como la niñez y la menopausia y a ciertas ocasiones, como la higiene después del coito. Pero más allá de los preceptos generales, el texto aclara que “cada ginecólogo debe saber que cada mujer es un caso individual” y que deben darse indicaciones personalizadas.

 

En las pautas se sugiere higienizar el área externa e intermedia, que va desde la parte interna de los labios mayores hasta la membrana himenal. Sin embargo, no se recomienda higienizar la zona genital interna, porque puede causar infecciones. En síntesis, el cuidado íntimo debe limitarse a la vulva.

 

Tomar estas precauciones evita el mal olor, el aumento de secreciones, el prurito y la picazón que pueden originar infecciones. Sin embargo, según expresó Giraldo, “el exceso de higiene también puede ser perjudicial, ya que puede generar irritación o fisuras”. 

 

Es entonces que las nuevas guías sugieren lavar el área externa e intermedia por lo menos de una hasta tres veces por día en países con climas cálidos y al menos una vez por día en naciones con temperaturas frías.

 

“Para una higiene óptima se debe emplear agua y un jabón líquido con un pH ligeramente ácido, con valores que oscilen entre 4,2 y 5,6”, sostuvo Giraldo. El médico aclaró que se elige una solución y no una barra por dos cuestiones: en primer lugar porque las segundas poseen un pH alcalino de entre 9 y 11, que no protege a la piel contra las infecciones (ni tampoco los jabones con un pH neutro de valor 7) y en segundo lugar porque, al transferirse de persona a persona puede transmitir bacterias.

 

Por último, la técnica que se debe elegir es emplear agua y lavar con movimientos circulares. Luego se recomienda secar cuidadosamente el área genital .

 

El ecosistema vulvogenital

 

La flora genital, para que se encuentre en un estado adecuado “debe cumplir con ciertas condiciones que no tienen que ver con la presencia de bacterias o agentes infecciosos”. Según explicó Giraldo, inciden factores como “la temperatura, el pH y los traumas, que pueden llevar a una mayor secreción”.

 

Un ecosistema vulvogenital saludable también depende de la dieta, la actividad sexual y física y por sobre todo, la higiene íntima de la mujer, que “no siempre es fácil de realizar porque la anatomía de la vulva se caracteriza por tener pliegues”, indicó el experto.

 

Una buena limpieza compensa los efectos de prendas ajustadas como jeans o calzas de lycra, que impiden que la vulva respire y puede volverla susceptible a las infecciones.

 

Por último, Giraldo enfatizó en la importancia de mantener la zona con un pH ácido, ya que este valor protege contra bacterias y microorganismos. Por otra parte, se debe evitar el resecamiento de la piel (que puede ser causado por jabones, cremas y remedios, entre otros) porque esto facilita “la penetración y el contagio de gérmenes”.

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