DR. DANIEL STAMBOULIAN – DIRECTOR MéDICO STAMBOULIAN |

Cómo formar a un alumno destacado

Los padres conocen mejor que nadie a sus hijos, con sus necesidades y sus talentos. Por ello, es crucial que se involucren en su educación y colaboren con los maestros. Así, favorecerán el desarrollo de los niños.

Durante miles de años, los padres fueron los principales encargados de enseñar a los hijos. Luego, la educación se institucionalizó de manera formal y los maestros asumieron un rol protagónico en la vida de los niños.

Sin embargo, como destaca el profesor Michael Geisen en su libro How to Become a SuperStar Student (Cómo volverse un alumno estrella), los padres conocen mejor que nadie a sus hijos, sus necesidades y talentos, y por eso no deben desentenderse de su educación y dejarla sólo en manos de los docentes.

Para este autor, que fue elegido Maestro Nacional del Año 2008 en EEUU, la labor de los padres es proporcionar el mejor entorno posible para el aprendizaje, donde éste se valore y celebre. Esto significa trabajar con los docentes para reforzar las lecciones dadas en clase, estimular a los chicos a realizar actividades extraescolares acordes a sus intereses y fortalezas, apuntalar sus debilidades e inspirarlos sin forzar el proceso.

Los niños tienen una curiosidad natural y siempre están incorporando información. Pero Geisen aclara que suelen tener dificultad para organizarla. Por ello, recomienda que, al conversar con los niños sobre lo aprendido en clase, los padres intenten conectar estos nuevos conocimientos con otra información adquirida, con eventos del momento, películas o deportes. Estas asociaciones múltiples facilitan la comprensión y retención de la información.

Ayudar con las tareas

Hacer los deberes no tiene por qué ser un sufrimiento. Y tampoco hay motivos para dejarlos para el último momento. Geisen propone lograr que los chicos no lo vivan como un castigo, para que tengan una actitud saludable hacia el aprendizaje en el hogar y lo disfruten.

El primer paso es crear un ambiente propicio: predisponerlos, organizar los espacios y establecer horarios. También es importante reducir el estrés en el entorno, ya que este estado afecta la capacidad de crear memoria a corto y largo plazo. Sin embargo, esto no implica que no haya límites. Por el contrario, Geisen dice que deben dejarse en claro las consecuencias de no hacer la tarea. Asimismo, deben minimizarse las distracciones, como la TV, la computadora o los llamados telefónicos, y establecer horarios para estas actividades. Como los niños tienen dificultad para establecer una rutina, los adultos deben ayudarlos, sin olvidar incluir tiempos para el esparcimiento y la relajación, en especial entre el regreso del colegio y la hora de los deberes.

Según Geisen, una de las mejores cosas que los adultos pueden hacer para facilitar la tarea es sentarse junto a ellos y leer o trabajar. Esto les sirve de modelo para enfocarse, tener constancia y comprometerse con el aprendizaje durante toda la vida. Es útil también que estén disponibles mientras sus hijos estudian, para ofrecerles ayuda si la necesitan o revisar lo que hicieron. Pero el docente recomienda no estarles encima ni forzarlos.

También advierte que no es bueno corregir todo lo que hacen, porque los chicos aprenden de sus errores y los maestros necesitan poder evaluar el progreso real de sus alumnos. A veces, los niños se enojan o frustran durante el aprendizaje. Para que no sobrepasen su límite de tolerancia y se desborden, Geisen sugiere tomarse un descanso con ellos y realizar alguna actividad física que les permita liberar el estrés.

Finalmente, es crucial expresarles reconocimiento por los buenos resultados en sus trabajos, pero también valorar sus progresos en el esfuerzo por alcanzarlos. Cuanto más se fortalezca la relación con los niños, mejor será su desarrollo, en especial en lo que respecta a la felicidad y la realización personal.

Apoyar a los maestros

La docencia es una profesión dura pero gratificante, y con frecuencia esta tarea no se valora como se debería. Por eso, el respeto y la comprensión deben ser pilares del vínculo con estos profesionales, con quienes se aconseja mantener una comunicación fluida. Geisen también enfatiza que una relación respetuosa sirve de modelo a los niños.

En las reuniones, siempre se debe iniciar la conversación con un tema ameno y positivo, y de la misma manera se debe terminar el encuentro. Cuando los padres manifiesten sus preocupaciones, deberían hacerlo en una forma que ponga el foco en las soluciones. Así, al fortalecer el vínculo con los chicos y sus maestros, al estimularlos y brindarles un entorno propicio para el aprendizaje, los padres favorecerán la posibilidad de que sus hijos se destaquen en el estudio.

Camino a la universidad

Geisen advierte que el 40% de los estudiantes universitarios de EEUU debe recursar materias, aún cuando la mayoría haya tenido buenas notas en la secundaria. Y señala que el problema es que, si bien asimilaron los contenidos, no se les enseñó a trabajar duro ni a estudiar. Por ello, recomienda mostrarles cómo fijarse metas y esforzarse por alcanzarlas.

Como muchos jóvenes no definen su vocación al terminar el secundario, que sólo es una etapa en el aprendizaje, se aconseja ayudarlos a delinear áreas de interés y objetivos generales que los ayuden a definir progresivamente la carrera que elegirán.

Algunas claves

•Según la teoría del psicólogo Howard Gardner, existen siete tipos distintos de inteligencia: lógica-matemática, lingüística-verbal, visuoespacial, musical, kinestésica, interpersonal e intrapersonal. Todas las personas poseen una combinación única de estas capacidades y dominan en dos o tres. Así, todos los niños son diferentes y, aunque la educación tradicional mide y recompensa las inteligencias lógicamatemática y lingüística-verbal, padres y maestros deben ayudar a los chicos a desarrollar sus talentos y fortalecer sus debilidades.

•Los alumnos destacados suelen presentar estas características: son organizados, definen bien las actividades y sus tiempos, son curiosos y preguntan, desarrollan su mente creativa, tienen hobbies, se fijan objetivos en el área social, académica y deportiva, y se relacionan con su familia y comunidad.

•Es importante tener la oportunidad de contar con maestros y profesores capaces de estimular a sus alumnos para que enciendan sus motores.

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