Diabetes insípida, un trastorno poco común

Si bien posee síntomas similares a la diabetes mellitus, se trata de una enfermedad totalmente distinta. Una de sus causas es el déficit de la hormona antidiurética, también llamada vasopresina.

La diabetes insípida es un trastorno poco frecuente, en el cual los riñones son incapaces de conservar el líquido, lo que hace que la persona tenga sed excesiva y orine en grandes cantidades, incluso durante la noche. Con tratamiento, la enfermedad no ocasiona problemas graves ni provoca la muerte. Pero es necesario ingerir líquidos en cantidades adecuadas; de lo contrario, el paciente corre el riesgo de presentar deshidratación que, a su vez, puede provocar fiebre, aceleración de la frecuencia cardíaca y adelgazamiento involuntario, entre otros efectos. Por otra parte, si se produce un desequilibrio electrolítico, éste puede generar dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular e irritabilidad.

 

Su causa

 

La diabetes insípida puede deberse a distintos problemas. Uno de ellos es el déficit de hormona antidiurética (también denominada vasopresina), que es la que limita la producción excesiva de orina. La falta puede ser consecuencia de una escasa producción de la hormona en el sistema nervioso central. Este trastorno recibe el nombre de diabetes insípida central o neurogénica y puede estar originada en un daño en el hipotálamo o en la hipófisis como resultado de una infección, una cirugía, un tumor o un traumatismo de cráneo, por ejemplo.

 

Cuando el déficit de hormona antidiurética se desarrolla durante el embarazo, se produce una diabetes insípida gestacional. Una enzima generada por la placenta destruye la hormona. Cuando son los riñones los que no pueden responder ante un nivel normal de hormona antidiurética y reabsorber el agua hacia el torrente sanguíneo, ocurre una diabetes insípida nefrogénica. Esta situación puede producirse como consecuencia de la administración de determinados fármacos, como el litio, por un nivel elevado de calcio en sangre o por una enfermedad renal, por citar algunas causas.

 

Otra variedad del trastorno es la denominada diabetes insípida dipsogénica, que se debe a una anomalía en el centro que regula la sed, ubicado en el hipotálamo. Esto genera un aumento anormal en la necesidad de ingerir líquidos, lo que suprime la secreción de vasopresina y aumenta la producción de orina.

 

Tratamiento

 

Si una persona presenta alguno de estos cuadros, es importante tratar la enfermedad subyacente cuando sea posible. Los síntomas de la diabetes insípida central y nefrogénica pueden controlarse con medicamentos. La diabetes insípida gestacional también se trata con fármacos. Sin embargo, el déficit de vasopresina y la enfermedad misma desaparecen entre cuatro y seis semanas después del parto, aunque puede reaparecer en embarazos futuros. Por su parte, la diabetes dipsogénica no posee tratamiento alguno hasta la fecha.

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