El gran desafío de las enfermedades crónicas a nivel mundial

La OMS considera a estos trastornos “la pandemia del siglo XXI”. Prevalecen por el incremento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población. Los problemas cardiovasculares y las enfermedades respiratorias, a la cabeza.

El aumento de la esperanza de vida en los países desarrollados y el progresivo envejecimiento de la población acarrea una consecuencia: el marcado incremento de las enfermedades crónicas, lo que podría representar la pandemia del siglo XXI. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los padecimientos sin cura y prolongados en el tiempo son y serán la gran carga de los sistemas de salud, tanto ricos como pobres.

 

Cada año, 35 millones de fallecimientos a nivel mundial derivan de estas afecciones, cifra que representa el 60% de los decesos por todas las causas. Entre los primeros padecimientos en la lista se ubican los problemas cardiovasculares, la diabetes, los trastornos respiratorios -entre ellos la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma- y el cáncer, todos ellos capaces de ser prevenidos o mitigados por un adecuado control de factores de riesgo, es decir, dejar de fumar o llevar una dieta sana, por ejemplo.

 

Pero no son éstos los únicos cuadros que pudieron llegar a estabilizarse, pero no curarse: enfermedades infecciosas, como el sida o la hepatitis C, también se sumaron al grupo de las “crónicas”, donde los pacientes viven más tiempo, pero aún necesitan de cuidados médicos específicos.

 

Para la OMS, se requiere de forma urgente poner en marcha un plan de acción con énfasis en la prevención, que es capaz de evitar la mayor cantidad de episodios. Desde la organización enfatizan que el 80% de las enfermedades cardiacas, infartos cerebrales y diabetes tipo 2, o a uno de cada tres cánceres pueden prevenirse con sólo modificar el estilo de vida.

 

Pero estas estrategias no alcanzan en el contexto actual, ya que los trastornos crónicos ganaron un lugar y según afirman en el diario elmundo.es, ocupan el 70% del presupuesto sanitario español, por lo que plantean para el año próximo plantear un nuevo esquema para tratar a estos pacientes.

 

La OMS cuenta con un plan de acción para prevenir y controlar este tipo de enfermedades entre 2008 y 2013. A su vez, tienen programada una reunión para 2011, promovida por Naciones Unidas, para abordar el tema de manera global. El enfoque elegido será el multidisciplinario.

 

Estrategias a largo plazo

 

En España, un tema que preocupa es el incumplimiento del tratamiento, algo que sucede en alrededor del 50% de los pacientes crónicos. Otro punto a tratar son las excesivas consultas médicas, que suelen ser fruto de una desmesurada preocupación de los pacientes.

 

Frente a esta situación, los expertos del país coinciden en la necesidad de estratificar a estas personas en función de su cuadro clínico. Dentro del rango propuesto, estarían los crónicos simples (quienes padecen una enfermedad crónica que está controlada); los de riesgo (quienes sufren dos o más trastornos) y los complejos (quienes presentan una variedad de patologías que requieren frecuente atención médica).

 

Pero no sólo bastaría agruparlos, sino también lograr una adecuada coordinación entre los distintos especialistas, que deben complementarse, y no pisarse, sobre todo en los casos de múltiples patologías.

 

Este modelo parece más centrado en el enfermo y no en la enfermedad. No obstante, este impulso del llamado “autocuidado” no debe suponer el abandono del paciente. Por ese motivo, cuando se pueda fomentar esta mayor autonomía, los especialistas abogan por complementarlo con las nuevas tecnologías. Mediante un teléfono común o con avanzados sistemas para monitorizar a distancia se puede asegurar el seguimiento del enfermo.

 

«Las tecnologías de la información y comunicación cuentan con un potencial para permitir soluciones personalizadas sin altos costos», apunta un informe internacional sobre enfermedades crónicas impulsado por la compañía Health Dialog y realizado en 12 países.

 

Por último, los expertos destacan el papel de la enfermeros, ya que si se los data con suficiente autoridad e información, pueden aligerar parte de la carga médica y promocionar hábitos saludables.

 

Fuentes: elmundo.es

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