La televisión de calidad ayuda a los chicos a dormir mejor

Mantener a los chicos alejados de los programas y videos violentos o con contenidos inapropiados para su edad les mejora el sueño. También podría resolver otros problemas relacionados con el descanso, como accidentes, trastornos de conducta y aprendizaje, y obesidad.

Un grupo de investigadores del Centro de Salud Infantil de la ciudad de Seattle, en EEUU, confirmó que mirar programas de televisión o videos violentos o inapropiados se relaciona con los trastornos que sufren muchos chicos a la hora de dormir. Asimismo, concluyó que reemplazar tales contenidos por temas educativos o pro-sociales reduce los problemas relacionados con el sueño.

Numerosos estudios observacionales ya habían demostrado que mirar muchas horas de televisión o videos que contienen temas de violencia, sobre todo en horas de la noche, afecta el sueño de los niños. Y, probablemente, esta conexión refleje la experiencia individual de cada familia. Por el contrario, existe poca evidencia científica que sostenga que ver programas con temas positivos asegure un buen descanso nocturno. 

Para confirmar dicha hipótesis, los autores de esta nueva investigación –publicada en la revista Pediatrics– midieron el impacto del reemplazo de la programación en los patrones de sueño de un grupo de niños de entre tres y cinco años. Inicialmente, indagaron las costumbres de los chicos a través de un cuestionario. También evaluaron el número de horas de exposición a la televisión y videojuegos, así como el uso de Internet.

De esta manera, los científicos encontraron que los niños consumían, en promedio, 73 minutos de programas audiovisuales por día. El 18% de los padres entrevistados dijo que sus hijos tenían al menos un problema relacionado con el sueño y esto se asoció a una mayor cantidad de horas frente a la pantalla y a la presencia de un televisor en el dormitorio del menor. El análisis estadístico de los resultados mostró que cada hora adicional de televisión a la noche –así como mirar programas violentos durante el día–, aumentaban significativamente los trastornos para descansar.

En una segunda etapa del estudio, los investigadores seleccionaron alrededor de 500 chicos y formaron dos grupos comparativos. En el primero, los niños fueron incentivados a mirar solamente programas de tipo educativo, con mensajes positivos y contenidos sociales o comunitarios. Para esto, los investigadores entrevistaron a los padres acerca del uso que los niños hacían de los medios y les entregaron material audiovisual y una guía de programación mensual. También les recomendaron compartir y disfrutar de los programas con sus hijos. A los niños del segundo grupo se les permitió mirar los programas que ellos mismos elegían, que contenían, en promedio, 22 minutos de escenas de violencia.

Luego de seis meses –durante los cuales las familias recibían mensajes por correo electrónico para reforzar los cambios implementados, además de nuevos videos–, los padres fueron consultados acerca de las características del descanso nocturno de los chicos, principalmente sobre los problemas para conciliar el sueño o para dormir de corrido, las pesadillas, las dificultades para despertar a la mañana y el cansancio durante el día. Los resultados mostraron que los niños que miraron programas tranquilos y educativos presentaban menos trastornos relacionados con el sueño.

Teniendo en cuenta que en los niños los problemas para dormir se asocian después a otras dificultades y efectos negativos, como mayor riesgo de sufrir accidentes, problemas de conducta y de aprendizaje, y obesidad, es importante indagar sobre los programas de televisión que miran los chicos, para desalentar aquellos de contenido violento y recomendar los educativos y constructivos.    

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