Narcicismo: ¿es siempre malo?

Las redes sociales habilitan a que cada vez más personas acentúen su “marca yo” y actúen como las estrellas de su propia vida. Si bien la obsesión con uno mismo suele ser catalogada como una enfermedad social, gustarse no es malo per sé.

Todos tenemos una cuota de narcisismo y el amor por las propias cualidades acarrea también aspectos positivos. Pero sí debemos prestar atención cuando somos demasiado sensibles como para recuperarnos de un insulto o bien aceptar que la vida tiene sus altibajos en cuestiones personales.

Según reproduce la BBC, el trastorno de personalidad narcisista es la forma más grave de narcisismo y existen al menos tres subtipos.

El narcisista facultado. Carismático y exitoso, disfruta de la estima que viene con el poder, pero sus dificultades con el verdadero amor están marcadas por las relaciones rotas. Se esfuerza por mantener admiradores pero es incapaz de formar vínculos personales íntimos.

El narcisista manipulador. Intuye fácilmente lo que los otros piensan y utiliza esa facultad para seducir. Gusta de estar rodeado por gente leal y servil. Son frágiles y susceptibles debido a un precario sentido de identidad.

El narcisista sin poder. Nunca está satisfecho con él mismo, por más que tenga logros, vínculos saludables y buena salud. Puede ser poco sociable, se posiciona como víctima y dicen que la vida no tiene sentido, pero también puede enojarse y atacar.

Sin embargo, cabe aclarar que cierto narcisismo tiene aspectos tanto positivos como negativos.  

Entre los negativos pueden encontrarse la indiferencia, ya que el narcisista puede sentirse la única persona del mundo; dependencia y hasta cierta desesperación cuando se da cuenta de que no está acompañado y soledad, porque añora acercarse a otros pero su falta de conocimiento de sí mismo combinada con el desinterés en los demás implica que están condenados a este estado.

Entre los positivos, en cambio, están cuidar la imagen corporal y sentirse cómodos con ella; la capacidad de hacer amigos, porque ser amigo de uno mismo es el primer requisito para después hacerse amigo de los demás y el aprendizaje que se adquiere cuando se pierde el miedo a cometer errores. Por ejemplo, el estudiante que hace una pregunta en clase recordará más el tema que se estaba discutiendo que los que no se lanzan a preguntar, pero eso requiere de fortaleza para que no le importe si la audiencia no recepciona bien su pregunta y aún sentirse bien con uno mismo.

Como conclusión pueden existir aspectos buenos del narcisismo por la cual una persona puede verse beneficiado. El problema radica en cuanto este problema dificulta los vínculos saludables con los demás. 

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