Santiago Luna, un joven de 20 años que había nacido con una malformación congénita llamada mielomeningocele, fue transplantado con éxito en un sanatorio porteño del barrio de Palermo. Recibió un riñón de su propia madre y se espera su alta para esta semana.
“Santiago no eligió nacer con lo que tenía, pero siempre le dijo sí a la vida”, declaró Miriam Torres, la madre del muchacho, en declaraciones al canal de noticias C5N. “Ahora ansío verlo felíz, ya que sufrió mucho durante la hemodiálisis”, agregó.
La mujer relató que la insuficiencia renal que sufría su hijo se desarrolló en un corto tiempo. Es que el mielomeningocele -una masa quística formada por la médula espinal, las meninges o las raíces medulares acompañadas de una fusión incompleta de los arcos vertebrales- afecta progresivamente a varios órganos.
“Yo traté de mejorarle la calidad de vida cada día. Gracias a Dios llegamos bien al trasplante”, relató la mujer tras detallar la pelea que llevó a cabo su hijo durante toda su vida.
“Ahora tenemos que esperar un año para que pueda volver a caminar. Ya Santiago me dijo que quiere jugar a la pelota”, agregó.
Por último, la mujer, emocionada, dijo: “Yo tengo cinco hijos, y si pudiera darles una parte de mi cuerpo a cada uno de ellos, lo haría sin dudarlo”.
