UN IMC MAYOR A 25 INDICA SOBREPESO |

“Se come más de lo que el organismo necesita”

Así lo afirma el nuevo presidente de la SAN, Edgardo Ridner. Agregó que la ingesta excesiva de alimentos “es una cuestión cultural” y que para combatir la obesidad, se debe realizar más cambios de hábitos y menos dietas mágicas.

Comer de más es una cuestión cultural, sostiene el nuevo presidente de la SAN

La clave para combatir la epidemia de obesidad es lograr el convencimiento de la sociedad para que cambie su forma de comer y adopte conductas y hábitos de vida saludables, más allá de las dietas para adelgazar, señaló el nuevo presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Edgardo Ridner. En ese sentido, el experto epresó: «se come más de lo que necesita el organismo para vivir y eso, es una cuestión cultural».

A esa situación «se le suma la presión que ejerce en la población la oferta alimenticia que, desde los productores hasta los comercializadores, nos estimulan para que comamos más, sobre todo alimentos con alto nivel calórico», sostuvo Ridner. Por eso, opinó que «se da el fenómeno curioso de que el sobrepeso no está restringido a determinadas partes del mundo ni a determinadas clases sociales, sino que afecta tanto a ricos como a pobres».

«La universalidad del problema de la obesidad marca que el ser humano se basó ancestralmente en comer todo lo que puede y ese aspecto cultural es un patrón común de toda la humanidad», indicó. En concordancia con su afirmación, puntualizó que una de cada tres personas en el mundo es obesa y explicó que para determinar si una persona padece la enfermedad, debe calcularse el índice de masa corporal, que se obtiene por la división de la altura al cuadrado por el peso de la persona que, si da más de 25, significa que hay sobrepeso.

Ridner alertó que la obesidad es el desencadenante de una serie de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la diabetes y distintos tipos de cáncer.

Para el especialista, «el cambio cultural para enfrentar el problema se produce lentamente y la mayoría de la sociedad no está convencida de que debe modificar la forma de comer, por eso las políticas sanitarias deben trabajar en esa dirección». 

 

Rinder reconoció que tal proceso lleva tiempo y que los resultados pueden verse en décadas, pero realizar ajustes en la alimentación y adoptar conductas saludables como la realización de actividad física “es fundamental para abordar la obesidad, más allá de las dietas”.

El presidente de la SAN consideró que se debe ir hacia una dieta más rica en vegetales y frutas sin que desaparezca el consumo de carne, pero con una menor tendencia a comer alimentos muy ricos en grasas. A su vez sostuvo que «hay que tener una conducta ante los alimentos y para eso hay que estar convencido de que se quieren adoptar hábitos saludables, teniendo en cuenta los beneficios que ellos reportan».

En este sentido, Ridner recordó que «es importante que las dietas sean personalizadas y que se tenga en cuenta el entorno porque de acuerdo a la actividad que se desarrolla y los gustos también debe adaptarse la comida».

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