Vacunas para cuidar la salud de las mujeres

Celebramos el Día Internacional de la Mujer, una excelente oportunidad para homenajearlas y también incentivarlas a adoptar hábitos que les permitan mantenerse saludables a lo largo de la vida. La inmunización es una de las mejores aliadas del bienestar, por eso es clave conocer las recomendaciones para cada edad y situación.

Además de los controles y estudios médicos propios de cada etapa, es fundamental que ellas consulten a un especialista y tengan al día sus inmunizaciones para prevenir la adquisición y el contagio de distintas enfermedades como la gripe, la rubéola, la neumonía, el tétanos, la difteria, la tos convulsa, el VPH o la hepatitis A y B.

En este sentido, existen vacunas que hay que seguir recibiendo periódicamente durante toda la vida y no sólo en la niñez, es el caso de la doble bacteriana adultos (dTa) que protege contra el tétanos y la difteria y debe aplicarse cada 10 años, reemplazándose, al menos una vez, por la triple acelular bacteriana (dTap) que suma protección contra la tos convulsa.

Del mismo modo, es importante que las mujeres reciban alguna de las dos vacunas disponibles contra los tipos más comunes del virus del papiloma humano (VPH), una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes que, de no detectarse y tratarse a tiempo, puede provocar cáncer de cuello uterino, genital u orofaríngeo. Si bien son más efectivas si se aplican antes de comenzar la actividad sexual (en niñas de entre 11 y 12 años), también se recomiendan a adultas jóvenes.

Además, todas las personas luego de los 6 meses de edad pueden recibir cada año la antigripal, que está especialmente indicada en los grupos de riesgo, para prevenir esta infección muy contagiosa que puede tener complicaciones graves en pacientes con enfermedades previas, fumadores, bebés, niños, embarazadas, trabajadores de la salud y ancianos. Al recibir la vacuna y evitar el contagio, se consigue una protección individual, familiar y social, por eso la vacunación es a la vez un derecho y una responsabilidad.

Otras inmunizaciones clave son las que previenen las infecciones por hepatitis B y A, en mujeres que no tuvieron contacto con el virus.

Futuras mamás y bebés más saludables

Quienes estén en edad fértil, se resguardarán a sí mismas y a sus hijos si planifican con tiempo el embarazo: aquellas que no tuvieron rubéola (esto se determina con un simple  análisis de sangre) deben vacunarse antes de quedar embarazadas para prevenir la rubéola congénita y otras consecuencias serias. Para ello se aplica la triple viral (MMR por sus siglas en inglés) que también protege contra el sarampión y las paperas. 

Durante el embarazo, es importante que las mujeres reciban la inmunización antigripal y, luego de la semana 20, la triple bacteriana acelular, el único modo de transferir defensas al feto y lograr que los recién nacidos estén protegidos contra la tos convulsa, una enfermedad que puede causar la muerte a los bebés menores de 6 meses cuyas mamás no fueron vacunadas. También se aconseja la antigripal a las madres de niños de menos de 6 meses que no la recibieron durante la gestación.

Vitalidad después de los 65 años

Los avances de la ciencia y de la medicina hacen que cada vez se extienda más la expectativa de vida, mientras que es común encontrar a mujeres adultas activas y llenas de proyectos. Para poder disfrutar de esta etapa con salud, es esencial que ellas reciban cada año la vacuna antigripal, porque tienen más riesgos de que esta patología viral aguda les provoque una infección grave o complicaciones cardiacas y pulmonares que pueden ocasionar la muerte.

También se indica que cumplan con los refuerzos de la doble adultos cada 10 años y que reciban la antineumocócica para protegerse contra la bacteria Streptococcus pneumoniae, causa de infecciones como meningitis y neumonía, muy peligrosas en los adultos mayores.

Viajeras

Para que las travesías sean más seguras, un mes antes de partir se recomienda consultar a un especialista en Medicina del viajero o a un infectólogo, para recibir un asesoramiento adecuado acerca de las inmunizaciones que pueden requerirse según el destino a visitar, las actividades programadas, las características personales, de hospedaje y de estadía.

Los viajes son excelentes oportunidades para que el médico revise y actualice las vacunas, así como para que evalúe la necesidad de indicar algunas específicas como por ejemplo: contra la fiebre amarilla, la hepatitis A, la gripe o la rabia, entre otras.

Homenajear a las mujeres en su Día Internacional y durante todo el año, también incluye velar por su salud y calidad de vida. Es importante entonces que, entre los modos de cuidar su bienestar, ellas incluyan la consulta con un especialista para que indique y revise periódicamente los esquemas de vacunación más apropiados para cada una.

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