Natalia Vidoni, la mujer de 32 años trasplantada del corazón el 29 de septiembre, a pocos días de haber dado a luz, fue dada de alta de la Fundación Favaloro.
Al salir de la clínica, Vidoni dijo: «estoy muy feliz, quiero agradecerle a todos los médicos, y a todos los profesionales que me ayudaron a salir adelante. Desde que recuperé la conciencia que sueño con este día».
«Sólo quiero volver a tener una vida normal, junto a mi marido y mi hija, los tres por fin en casa», finalizó Natalia. Eduardo Ramírez, el marido de Natalia, dijo que «quiero agradecerle a la familia del donante, que en un momento muy doloroso tomó la decisión que le permitió seguir viviendo a Natalia, y también agradecerle a todo el equipo de la Fundación que se ocupo de ella y nos contuvo todo este tiempo».
El jefe de cirugía torácica de la Fundación Favaloro, Alejandro Bertolotti, explicó que «la miocardiopatía postparto que sufrió Natalia es un fenómeno muy raro que se ve en uno de cada 4.000 nacimientos, pero que sólo en una porción muy ínfima tiene las complicaciones registradas en este caso».
«El problema se detectó a tiempo, pero los medicamentos no surtieron efecto y hubo que conectarla a un corazón mecánico extracorpóreo», recordó el médico. «Eso le permitió llegar al trasplante, y gracias a Dios nuestro país este año ha trabajado muy bien en lo que es procuración de órganos, y el caso de Natalia es uno de los 1.300 trasplantes que se hicieron este año en Argentina», destacó Bertolotti.
«Natalia pasó por situaciones muy difíciles, pero gracias a su juventud, a sus ganas de estar con Valentina y al apoyo permanente de la familia que nunca bajó los brazos, ahora va a hacer la vida común de cualquier trasplantado y deberá mantener controles periódicos», señaló el cirujano.
Vidoni tuvo a su hija Valentina el 15 de agosto pasado por cesárea, sin complicaciones, y recibió el alta tres días después. Unos días más tarde comenzó a tener tos y por momentos le faltaba el aire.
Se le diagnosticó un broncoespasmo, y se la derivó a la Fundación Favaloro, donde ingresó con el 20 por ciento de su corazón funcionando.
La gravedad de su cardiopatía la puso primera en la lista para trasplante de corazón y fue conectada a un corazón artificial. Un órgano proveniente de un donante del interior resultó histocompatible y le fue trasplantado el pasado 29 se septiembre en una operación que se extendió más de nueve horas.
Bertolotti aseguró que «esta afección es una mala función de los ventrículos, que se manifiesta como insuficiencia cardíaca; en general aparece en los últimos meses del embarazo o en los primeros meses posparto, aunque no está muy claro su origen».
El médico aclaró que «hay muchas embarazadas que probablemente se alarmen ante la publicidad de un caso así y se pregunten si puede pasarles. Hay que tener tranquilidad y entender que es una patología muy extraña».
«La gran mayoría de estos casos terminan muy bien, y detectados a tiempo se solucionan con la medicación. Los casos excepcionales pueden requerir un trasplante, pero con buen tratamiento es solucionable. Nosotros, como centro de referencia, vimos pocos y todos se recuperaron», finalizó Bertolotti