La bulimia y la anorexia son dos enfermedades que se manifiestan cada vez más, sobre todo entre las adolescentes y jóvenes, y que al llegar la época de calor, en que el cuerpo está más expuesto, se incrementa abruptamente, según los especialistas.
«La bulimia y anorexia aumentó significativamente en los últimos años. Cada cinco chicas, una tiene problemas en la visión de su cuerpo», dijo a la agencia Télam la psicóloga Diana Guelar, especialista en trastornos de la alimentación, como cifra estimativa y añadió que «en esta época tenemos el doble de consultas que en el resto del año».
La experta destacó que es “la enfermedad de la imagen”, que aumenta entre septiembre y marzo y que la relación entre mujeres y varones que padecen estos trastornos es 20 a 1.
Si bien estas enfermedades son más frecuentes en la adolescencia, «ahora se ve chicas cada vez mas chicas, de 11 y 12 años» y «también se da en personas más grandes”.
“Existe una investigación de mujeres pre o menopáusicas con trastorno de la alimentación, que en realidad estuvo latente muchos años y en ese momento se desencadena con mucha fuerza», dijo Guelar, directora del Centro de Atención y Prevención La Casita, sobre trastornos alimenticios.
Por su parte, la psiquiatra Mabel Bello, fundadora y asesora médica de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (Aluba), coincidió en que en esta época del año comienza a acentuarse este trastorno.
«Con la llegada del calor la preocupación por la figura hace que muchas personas se vuelquen en forma intensiva al gimnasio o a las dietas», y añadió que «este fenómeno estacional es más intenso en el sexo femenino».
Si bien no hay estadísticas oficiales en el país sobre qué porcentaje de la población padece estas problemáticas, se calcula que en el mundo hay alrededor de 70 millones de personas que sufren de patología alimentaria, según el Renfrew Center Foundation.
«Hay factores predisponentes que hacen que algunas personas sean más vulnerables a desarrollar un trastorno debido a sus características individuales y a las situaciones familiares y sociales que viven», indicó Bello.
Las expertas coinciden en que los trastornos alimenticios se pueden tratar exitosamente y se puede restablecer un peso saludable. A su vez señalaron la importancia de que cuanto más pronto se trate es más probable que haya mejores resultados.
Bello remarcó que «uno de los conceptos fundamentales que hay que tener claros para entender este tipo de trastornos, es que se tratan de enfermedades y no de simples manías o caprichos de quienes las padecen».
«El gran error que se comete es creer que las personas caen en esta enfermedad por gusto», dijo para luego asegurar que «con prohibiciones o retos no se cura; requiere de un tratamiento integral que consta de nutricionista, psicólogo o psiquiatra y equipo médico, para que pueda existir un buen diagnóstico».
Actitudes que son signos de alarma
Los síntomas de la bulimia y la anorexia tienen que ver con el comportamiento de la persona frente a la comida, en tanto emergen como expresión de una situación conflictiva, interna, que requiere atención urgente.
Esos síntomas son según Bello diferentes en cada caso. «En la anorexia hay un rechazo a mantener el peso que le corresponde a su estatura, miedo intenso a engordar, alteración del esquema corporal«, por lo que «la paciente se niega a comer, esconde comida y corta los alimentos en trozos muy pequeños”
A su vez, Guelar señaló que entre las características de la anorexia está «el hecho de que con la bajada de peso hay falta de concentración, el estado de ánimo es cambiante, tienen insomnio».
«En ambas enfermedades hay una distorsión de la imagen corporal, y la similitud con la bulimia es la obsesión por el cuerpo y la comida», agregó.
Con respecto a la bulimia, Bello precisó que «se producen accesos de voracidad que se dan como mínimo dos veces por semana en un período de dos meses».
Añadió que «hay una gran preocupación por el físico, conductas purgativas como vómitos autoprovocados, excesos de laxantes y diuréticos, ejercicios compensatorios con el objetivo de adelgazar».
«Las chicas con bulimia son las que en realidad no pudieron ser anoréxicas», informó Guelar.
A su vez, otros síntomas que se observan en los pacientes con anorexia son caída del cabello, amenorrea, piel seca, hipotensión, hipotermia y consumo de anorexígenos, laxantes y diuréticos. A su vez, cuentan calorías y se aíslan socialmente.
En los pacientes con bulimia se observa además que tienen conciencia de que la forma de alimentarse es anormal, oscilaciones significativas de peso, ayuno e hiperactividad. También cortan los alimentos en trozos grandes.