El ministerio de Salud bonaerense aseguró que hacer dormir al bebé boca arriba es 20 veces más seguro que dejarlo boca abajo. Lo hizo en el marco del lanzamiento de la campaña 2014 contra la bronquiolitis. En esta edición se difundió un dato que preocupa a los pediatras: el 41% de los bebés que fallece desde el mes de vida al año (posneonatal), muere en su hogar de forma inesperada, y que la mayoría lo hace en época invernal de infecciones respiratorias. Por otra parte, muchos fallecen por asfixia o aplastamiento debido a que duermen en las camas de sus papás o sus hermanos.
Para estas épocas, cuando bajan las temperaturas y aumenta la humedad, la cartera sanitaria provincial distribuye en salas y hospitales públicos toda la medicación para las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB): bronquiolitis, bronquitis y neumonías.
“Este año, además de asistir y entregar medicación gratuita para tratar a los bebés con bronquiolitis y otras infecciones, vamos a insistir con dos recomendaciones: que los papás duerman en la misma habitación con su bebé pero nunca en la misma cama, y que lo acuesten boca arriba”, advirtió el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia.
La conclusión de que acostar al bebé boca arriba es 20 veces más seguro que hacerlo boca abajo pertenece a la Academia Americana de Pediatría, que analizó durante años el fenómeno de las muertes inesperadas en bebés. La entidad también concluyó que no es recomendable hacerlos dormir de costado porque la posición es demasiado inestable.
Por otra parte, los trabajos de ese organismo estadounidense aseguran que la posición boca arriba “no predispone a la aspiración de un vómito, como se solía creer: al contrario, la posición boca abajo favorece la reinhalación del propio aire espirado (dióxido de carbono) y el sobrecalentamiento corporal; además entorpece los mecanismos de defensa del niño para liberar la vía aérea”, precisó Estela Grad, referente del Subprograma de IRAB en la Provincia.
Los expertos en maternidad e infancia del ministerio explicaron que, si a la obstrucción nasal y bronquial que provocan las IRAB se suman la cama compartida, el humo de tabaco en la casa del bebé y frazadas muy pesadas, las posibilidades de que ocurra la temida “muerte inesperada del lactante” aumentan significativamente.
“Lo que las mamás y los papás tienen que hacer es no dejarse estar: si una mamá ve que a su bebé le cuesta respirar, se le hunde la panza debajo de las costillas, no tiene hambre o se encuentra irritable, tenga o no mocos, tiene que consultar de inmediato al pediatra”, dijo la directora de Maternidad e Infancia, Flavia Raineri. Y enfatizó en que la visita al médico es fundamental para los menores de un año, quienes tienen menos desarrollado el sistema respiratorio y la capacidad de reaccionar ante pausas largas en la respiración.
Sondeo bonaerense
Preocupado por las muertes inesperadas de bebés en los domicilios, el equipo que conduce Grad realizó una encuesta a 70 familias del Conurbano donde habían ocurrido este tipo de eventos. Del sondeo se desprende que en el 51% de los casos el bebé dormía en la misma cama con los padres o con hermanos, que el 60% acostaba al chico de costado o boca abajo y que el 80% de las muertes ocurría los fines de semana, entre el viernes y el domingo, por la noche.
Este último punto se asocia a un mayor consumo de alcohol, psicofármacos y tabaco en ese momento de la semana. Todo esto, explican los expertos, induce a un sueño más profundo y pesado por parte de los adultos que pone en severo riesgo de aplastamiento asfixia a los bebés que comparten cama con sus papás.
Recomendaciones para dormir a un bebé, punto por punto:
• Una vez que concilió el sueño, colocarlo en posición “boca arriba” en su cuna.
• Compartir la habitación pero no la cama
• Usar una cuna segura: colchón, firme, sin peluches, almohadas ni chichonera.
• No sobreabrigar al niño, evitar cubrirlo con mucha ropa, mantas o frazadas grandes y demasiado pesadas.
• Evitar su exposición al humo de tabaco, no solo en la habitación. Si en la casa hay un bebé no se debe fumar en ninguna parte, ya que las emanaciones del cigarrillo persisten en los ambientes hasta 15 días.
• Ofrecer el chupete recién después del mes de vida, con lactancia establecida y sólo para dormir.
• Alimentarlo con leche materna.
• Tener sus vacunas al día.