Estimular el cerebro con una muy pequeña corriente eléctrica puede realzar la capacidad de una persona para las matemáticas por hasta seis meses, dijeron neurocientíficos británicos de la Universidad de Oxford.
Tras estudiar a 15 voluntarios, demostraron por primera vez que la esta clase de estimulación mejoraba su actividad en una serie de evaluaciones matemáticas, y lo siguió haciendo así medio año después.
«No estamos recomendando a la gente que vaya por ahí dándose descargas eléctricas, pero estamos muy entusiasmados con el potencial de nuestros hallazgos y ahora estamos estudiando los cambios subyacentes en el cerebro», dijo Cohen Kadosh, líder del estudio.
Científicos dijeron el mes pasado que descubrieron que utilizar electrodos para estimular zonas profundas dentro del cerebro podría ayudar a los pacientes con graves desórdenes obsesivo-compulsivos que no responden a otros tratamientos.
Para este estudio, a 15 estudiantes voluntarios de entre 20 y 21 años se les enseñaron símbolos que representaban diferentes valores numéricos, y después se les cronometró con qué rapidez y precisión eran capaces de completar una serie de «puzzles» matemáticos basados en esos símbolos.
La enseñanza se llevó a cabo durante seis días en los que los voluntarios recibían o bien un placebo o una corriente eléctrica mínima desde la derecha a la izquierda, o viceversa, a través del lóbulo parietal -una importante zona cerebral para el procesamiento de las matemáticas. El estímulo fue administrado cada 20 minutos aproximadamente cada día.
«Puedes sentirlo un poquito, pero sólo durante los primeros 15 a 30 segundos», dijo el experto. » para luego agregar que no es doloroso, sino que se asemeja a una pequeña sensación de hormigueo en el cráneo. Por último destacó que ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios de la estimulación.
Los resultados, publicados en la revista Current Biology, mostraron que los voluntarios que recibieron la corriente eléctrica desde la derecha al lóbulo parietal izquierdo lo hicieron mejor. Ese grupo fue reexaminado seis meses después del experimento y los científicos descubrieron que su capacidad matemática seguía siendo alta.
Christopher Chambers de la Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff, que no estuvo implicado en el estudio, dijo que los resultados eran «intrigantes» y que podrían tener implicaciones de más largo alcance. «Los resultados de este estudio tienen ramificaciones excitantes para el uso de las técnicas de estimulación cerebrales en otros campos», indicó Chambers.
«La habilidad para ajustar la actividad en partes del cerebro, aumentándola o reduciéndola a voluntad, abre la puerta al tratamiento de una serie de problemas psiquiátricos y neurológicos, como el juego compulsivo o la deficiencia visual tras un ataque cerebrovascular», agregó el científico.