Científicos determinaron que algunas cepas de rotavirus se adentran en las células del tracto gastrointestinal, mediante el reconocimiento de antígenos asociados con el grupo sanguíneo A. El hallazgo, publicado en la revista Nature, representa un nuevo paradigma en la comprensión de cómo este patógeno intestinal afecta a los humanos.
El rotavirus es un importante patógeno intestinal, y representa la principal causa de deshidratación y diarrea en los bebés de todo el mundo. Se estima que 500.000 personas por año mueren a causa de la infección en el mundo.
Ahora, investigadores del Colegio Baylor de Medicina (BCM) hallaron que la estructura de una parte clave de una cepa del virus, conocida como P [14], proporcionó pistas sobre cómo el este patógeno infecta a las células humanas, afirma el doctor B. V. Venkataram Prasad, profesor de Bioquímica y Biología Molecular en BCM, autor principal del trabajo.
En las cepas de rotavirus que infectan animales, la parte superior de una zona del virus se adhiere a la célula a través de un glicano (uno de muchos azúcares que se unen entre sí para formar estructuras complejas de cadena ramificada), mediante una molécula terminal de ácido siálico. Sin embargo, este no parece ser el caso de las cepas que infectan a los humanos.
Los científicos creían que las variantes que afectan al hombre se unían a los glicanos mediante una molécula de ácido siálico interna, pero desconocían el proceso. Ahora, Prasad explica que tras hacer una serie de análisis para ver cuáles de ellos interactuaban con la parte superior del virus (llamada VP8), comprobó que el tipo de glicano que se vinculó con VP8 era un antígeno del grupo histo-sanguíneo. «Este hallazgo fue sorprendente, ya que el antígeno del grupo sanguíneo A no contiene ácido siálico», confirma el investigador.
Cuando la doctora Liya Hu, investigadora en el laboratorio de Prasad, determinó la estructura del dominio de VP8, observó que el glicano del tipo A se unía a la proteína del rotavirus en el mismo lugar que el ácido siálico se une al rotavirus en un animal.
En colaboración con el laboratorio de la doctora Mary Estes, profesora de Virología Molecular y Microbiología, en el CBM, Prasad y sus colaboradores observaron que las células de laboratorio modificadas para expresar el antígeno A del grupo histo-sanguíneo, pueden ser infectadas fácilmente por esta cepa de rotavirus.