La exposición a «los niveles actuales» de bisfenol A «no presenta un riesgo para la salud de los consumidores», a pesar de que todavía hay que aclarar numerosas dudas, afirmó este miércoles la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en un informe muy esperado.
Tras una «reevaluación completa» lanzada en 2012 sobre esta sustancia, posible causante de trastornos del sistema endocrino, la EFSA preconiza dividir por doce el límite de seguridad de la exposición humana: La «dosis diaria tolerable» debe llevarse a 4 microgramos (µg) por kilogramo de peso corporal contra 50 µg actualmente, recomienda.
Pero, de todos modos, la exposición real a esta sustancia ya es «de tres a cinco veces inferior» a este nuevo «nivel sin peligro», dijo la EFSA.
El BPA está prohibido desde 2011 en las mamaderas distribuidas en la Unión Europea (UE) y se utiliza en los embalajes de plástico para alimentos, botellas de agua o recibos de caja electrónicos.
La agencia subraya sin embargo la «incertidumbre sobre los efectos potenciales del BPA en las glándulas mamarias así como en el sistema reproductivo, metabólico, neurocomportamental e inmunitario», así como sus posibles efectos no deseables a altas dosis «en los riñones y en el hígado».
Esos efectos, así como la posible incidencia en el desarrollo del cáncer, en particular de mama, «son considerados como poco probables pero no pudieron ser excluidos».
El BPA «podría tener también efectos en la glándula mamaria de los animales».
Los expertos de la EFSA reconocen igualmente que no tienen datos suficientes de la exposición cutánea, lo que según uno de ellos, Trine Husoy, «incrementa la incertidumbre que rodea las estimaciones relativas a los recibos de caja electrónicos y los cosméticos».
Pero la agencia asegura que integró todas estas dudas al reevaluar la dosis diaria tolerable.
La agencia pide además paciencia a los que se oponen al BPA, entre ellos las autoridades francesas que prohibieron su uso en todos los embalajes alimentarios, hasta que se esclarezcan todas las dudas.
Para «responder a una gran cantidad de preguntas», la EFSA espera la publicación «dentro de dos o tres años» de los resultados de un estudio de toxicología realizado Estados Unidos.
En un informe intermedio publicado en enero de 2013 la EFSA estimaba que el BPA podía ser nocivo.
La agencia europea, acusada con frecuencia por los activistas del medioambiente y asociaciones de consumidores de tomar partido a favor de la industria, finalizó esta «reevaluación completa» a través de una consulta pública en internet.