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Alertan sobre el uso incorrecto de antibióticos

Por más que exista la creencia de que los antibióticos "curan todo", no son efectivos contra las infecciones virales.

Existe la creencia generalizada de que los antibióticos “curan todo”, y que, ante la aparición de los síntomas de resfrío, pueden acelerar la recuperación de la salud. Pero las infecciones del tracto respiratorio son, en su mayoría, causadas por virus, por lo que estos fármacos, que actúan sobre las bacterias, no sirven para combatirlas.

Los antibióticos son útiles pero sólo cuando se usan adecuadamente. En diálogo con Docsalud.com, el infectólogo Ricardo Rüttimann advirtió que únicamente deben administrarse si un médico diagnostica una infección causada por bacterias. “De lo contrario, puede tener consecuencias individuales, como por ejemplo, efectos adversos del medicamento; o colectivas, como una exposición innecesaria del antibiótico a bacterias que potencialmente pueden generar resistencia. Esto puede llevar a que el fármaco luego no sirva para futuras infecciones”, aclaró.

En la Argentina, según este médico, la autoadministración de antibióticos es frecuente. Y menciona que de acuerdo con un estudio realizado por el infectólogo Abel Jasovich, ocupan el tercer lugar entre los remedios más vendidos, y el 90% de ellos se consumen en la práctica ambulatoria. De todas formas, agregó Rüttimann, “la situación en los hospitales no es mucho mejor, dado que, de acuerdo a esta investigación, el 40% de los pacientes internados reciben estos medicamentos en forma inadecuada”.

“La falta de información en la comunidad y en el ámbito médico es la causa del uso inadecuado de los antibióticos. La educación en estos sectores es esencial”, explicó Rüttimann y agregó que ambos “deben conocer que de acuerdo a la Declaración de Guadalajara del año 2001, la Organización Panamericana de la Salud, la Asociación Panamericana de Infectología y la Sociedad Argentina de Infectología consideran a los antibióticos como “recursos no renovables”. Esto quiere decir que no son sencillos de producir, y que, además, para desarrollar nuevos tipos se requiere de mucho esfuerzo y años de investigación.

Asimismo, los expertos en inmunidad e infectología advierten que el mal uso de estos remedios, sumado con el fracaso de las compañías farmacéuticas para desarrollar drogas nuevas, podría provocar un incremento en las infecciones que no tienen tratamiento. El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) afirma que la resistencia antimicrobiana es uno de los problemas de salud pública más serios que enfrenta la Comunidad Europea, y que puede generar gastos de al menos 1500 millones de euros.

Esta resistencia es un problema frecuente en los hospitales. Las bacterias que no reaccionan ante los medicamentos provocan que haya más enfermedades y muertes, así como prolongan el período en que un paciente debe estar internado. Según el ECDC, todos los años mueren aproximadamente 25 mil europeos como consecuencia de infecciones que no responden a múltiples fármacos.

“Lo que no los mata, los vuelve más fuertes”

Los antibióticos normalmente funcionan matando bacterias o impidiendo que éstas crezcan. Pero, puede ocurrir que no todas dejen de crecer o mueran. Las más fuertes se desarrollan, se propagan y pueden resistir los medicamentos en el futuro.

Si un paciente no toma la dosis completa de fármacos que le indicó el médico, entonces no elimina completamente la infección, y los microbios pueden desarrollar una resistencia con mayor rapidez. De igual manera, si un individuo ingiere antibióticos cuando no son necesarios, como por ejemplo, para tratar una gripe viral, las bacterias que de forma natural se encuentran en el cuerpo pueden adquirir resistencia y propagarla.

En su informe anual sobre enfermedades infecciosas, la OMS señaló que: “En Estonia, Letonia y algunas zonas de Rusia y de China, más del 10% de los enfermos de tuberculosis están infectados por cepas resistentes a los dos medicamentos antituberculosos más potentes”.

La OMS advirtió que si las personas continúan utilizando antibióticos de manera negligente, podrían aparecer nuevos “supermicrobios” resistentes y que, por lo tanto, no se conseguiría tratar de forma eficaz a los infectados. Es por eso que, desde el departamento de enfermedades infecciosas de esta organización, David Heymann reclamó que se tomen medidas urgentes para neutralizar esta amenaza.

Para recordar sobre los antibióticos:

No automedicarse. Consultar con el médico para ver si es necesario tomarlos.

• La mayoría de las veces, el resfrío y la tos se curan por si solas. Estos remedios no van a acelerar este proceso.

• La tos con flema, aún cuando ésta sea amarilla, no es una razón suficiente para ingerir un antibiótico.

• El dolor de garganta, la flema y el resfrío son síntomas que indican que la infección posiblemente no responda ante el uso de antibióticos.

• Por el contrario, la fiebre alta, el enrojecimiento de la garganta y el decaimiento general probablemente indican que sí debe necesitar antibióticos.

• Siempre tome todas las dosis y por el tiempo en que las indicó el médico.

• No conservar las medicaciones sobrantes. Lo que sirve para una infección puede no servir para otras.

• En los casos de enfermedades graves los antibióticos pueden salvar vidas.

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