El apéndice es un órgano hueco, con forma de dedo de guante. Se ubica en la primera porción del colon, en la región inferior derecha del abdomen. Cuando se obstruye con materia fecal, se inflama e infecta, dando lugar a la aparición de los síntomas de apendicitis. Otras causas menos comunes de obstrucción son algunos parásitos y tumores.
La edad promedio de manifestación de esta enfermedad es a los 10 años. En los menores de 2 años es excepcional y se presenta con síntomas atípicos (diarrea, constipación, abdomen hinchado y dolor difuso), lo que dificulta el diagnóstico. En más del 70% de los casos, esta infección se detecta en forma tardía.
El síntoma principal de la apendicitis es el dolor en el centro o la parte superior del abdomen. Luego de un par de horas, el dolor migra a la región inferior derecha, llamada fosa ilíaca derecha, y le sigue la aparición de vómitos, fiebre y diarrea.
Para el diagnóstico, los médicos utilizamos un criterio clínico basado en el interrogatorio al momento de la consulta, un minucioso examen físico, análisis de laboratorio y radiografías. Cuando en el examen físico detectamos dolor y el abdomen tenso en la región de la fosa ilíaca derecha sospechamos que se trata de apendicitis. Estos signos se encuentran presentes en el 80% de los pacientes.
El análisis de sangre muestra un número elevado de glóbulos blancos, aunque un resultado normal no descarta la enfermedad. En algunos casos, las pruebas de orina también puede dar resultados anormales. La radiografía de abdomen revela una curvatura hacia la derecha de la columna y una imagen característica de burbuja de aire y líquido en la fosa ilíaca derecha (sin que se vea aire en el resto del abdomen). En las adolescentes, la ecografía abdominal permite descartar la mayoría de las patologías de origen ginecológico.
Una vez que existe una sospecha de apendicitis, el próximo paso es la interconsulta con el cirujano y la internación. El tratamiento consiste en la extirpación del apéndice, procedimiento llamado apendicectomía. En los casos dudosos, también se debe internar al paciente, y seguir la evolución clínica hasta confirmar o descartar el diagnóstico. Esto es importante en los niños pequeños, para evitar las formas complicadas.
El examen del apéndice durante la cirugía permite evaluar el tipo y grado de extensión de la infección. De acuerdo a lo que se observe, se establece la cantidad de días de tratamiento antibiótico.
Los pacientes con apendicitis no complicadas permanecen internados alrededor de tres días, hasta que comienzan a beber líquidos y toleran la comida. En las más severas, el tiempo de internación se extiende a una semana o más. Las complicaciones esperables son las infecciones de la herida quirúrgica, las infecciones internas localizadas (absesos intra-abdominales) o la adhesión de las paredes intestinales.
Existen otras enfermedades que pueden provocar dolor abdominal, por eso es importante hacer una consulta temprana ante la aparición de este síntoma, para así identificar su causa y poder asegurar su resolución apropiada. El diagnóstico y el tratamiento quirúrgico precoces son las mejores armas con las que se cuenta para disminuir las complicaciones de la apendicitis aguda en la infancia.
Otras enfermedades que pueden provocar dolor abdominal
•Gastroenteritis: los vómitos preceden al dolor, que se localiza alrededor del ombligo. También se produce diarrea abundante. Hay diferencias en el examen físico (abdomen con aumento de ruidos intestinales y sin dolor al comprimir la pared y luego soltarla) y en la radiografía.
•Adenitis mesentérica (inflamación de los ganglios que están adheridos a la membrana que recubre los intestinos): presenta un cuadro clínico muy parecido a la apendicitis. La ecografía puede ayudar a diferenciarlas, sin embargo, la mayoría las veces se operan y se confirma el diagnóstico en la cirugía.
•Infección urinaria: la fiebre y el aumento de los glóbulos blancos son más altos en relación con el dolor abdominal.
•Enfermedad ginecológica: el dolor precede a la menstruación y se focaliza en ambas fosas iliacas
•Quiste ovárico: el dolor aparece en la mitad del ciclo menstrual y se focaliza en fosa ilíaca. La ecografía es de mucha utilidad como método complementario.
•Torsión de ovario: el dolor se localiza en alguna de las fosas ilíacas pero el abdomen es blando y se puede palpar sin dificultad. El diagnóstico por imágenes confirma la enfermedad.
•Neumonía de lóbulo inferior derecho: puede ocasionar también dolor en la fosa ilíaca derecha. Con una simple radiografía de tórax se hace el diagnóstico.