El Ministerio de Salud de la Nación reafirmó este viernes las diversas acciones que lleva adelante para prevenir la entrada al país del virus zika, transmitido, al igual que el dengue y la fiebre chikunguña, por el mosquito Aedes aegypti. Las mismas están en concordancia con la recomendación emitida esta semana por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), que instó a fortalecer las estrategias para el control vectorial, la vigilancia clínica y de laboratorio, la red de servicios para la atención de pacientes y la información a la población.
La cartera sanitaria subrayó que hasta el momento no se reportaron casos en Argentina. No obstante y en virtud de las temperaturas estivales, instó a las provincias a fortalecer las acciones, reiterando que la estrategia más adecuada es la del control integrado del vector, siguiendo los lineamientos establecidos para una mejor preparación en la detección temprana y en la respuesta para atenuar la diseminación del dengue y chikunguña, a través de la vigilancia epidemiológica, la atención clínica, el control de vectores, la prevención de secuelas y la disminución del impacto económico y social.
Durante la XXVIII Reunión Ordinaria de Ministros de Salud del Mercosur y Estados Asociados celebrada en noviembre pasado en Asunción, Paraguay, el ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollan, ofreció el respaldo de Argentina a Brasil para abordar la situación y avanzar en investigaciones, a su homólogo brasileño, Marcelo Castro, quien refirió ante sus pares regionales la detección de casos de microcefalia en el nordeste de su país, vinculados al virus zika.
En ese sentido, se recomienda a los turistas y en especial a las embarazadas, que consulten previamente con su obstetra si viajan a zonas donde el virus zika se encuentra activo, y extremen las precauciones para evitar la picadura de mosquitos, debido al posible riesgo de malformaciones congénitas en gestantes que contraigan la infección durante el primer o segundo trimestre de gestación. Además, a su regreso, se les aconseja consultar con su médico.
Al resto de los viajeros se les recomienda evitar visitas a lugares con proliferación de mosquitos, usar repelentes, ropa clara y de manga larga sobre todo al amanecer y al atardecer, que son los momentos del día donde los mosquitos se encuentran más activos y hay mayores posibilidades de que piquen. Si durante el viaje tuvieran fiebre, se les aconseja acudir a un centro de salud local, no automedicarse y mantener las medidas para protegerse de las picaduras de mosquitos.
A la población en general, se le aconseja mantener las acciones de descacharrado para eliminar los criaderos de mosquitos en casas y en sus alrededores. Es necesario tirar todo tipo de recipientes inservibles como latas, baldes, tachos, llantas y demás objetos que puedan almacenar agua. Mantener tapados los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua, desmalezar patios y jardines y destapar los desagües de lluvias de los techos.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta el 1 de diciembre de 2015, la circulación autóctona del virus Zika fue confirmada en nueve Estados miembros: Brasil, Chile (en la Isla de Pascua), Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Suriname y Venezuela.
La infección por zika es una enfermedad causada por un virus filogenéticamente muy cercano a los virus dengue y de la fiebre amarilla, que se transmite por la picadura de mosquitos del género Aedes, tanto en un ámbito urbano como selvático.
La fiebre del zika consiste en fiebre leve, sarpullido (principalmente maculo-papular), dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor muscular, malestar general y conjuntivitis no purulenta que ocurre entre tres a doce días después de la picadura del mosquito vector, pudiendo en algunos casos, producir complicaciones neurológicas.