La campaña nacional de refuerzo en la vacunación de niños de uno a cuatro años para evitar rebrotes de sarampión, que fue eliminado del país en 2000, ayuda a mantener la enfermedad fuera del territorio nacional, mientras que la Organización Mundial de la Salud advirtió que en el resto del mundo la lucha global contra el virus «se ha estancado» y aumentó la cantidad de muertos.
«Para sostener estos logros debemos continuar cumpliendo tres pilares básicos, que son la cobertura de vacunación elevada con triple viral (sarampión, rubéola y paperas) al año y al ingreso escolar, la vigilancia para detectar y bloquear casos importados y las campañas de seguimiento en la inmunización, que es la que actualmente está en curso», señaló Carla Vizzotti, coordinadora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (ProNaCei).
Vizzotti explicó que la campaña consiste en una dosis extra de doble viral para todos los niños entre uno y cuatro años inclusive, con el objeto de captar a quienes no hayan sido alcanzados por la vacunación y dar una dosis extra a quienes no hubieran respondido a la vacuna, que según se estima son entre un 5 y un 10 por ciento que pueden enfermar y transmitir el virus.
En momentos en que se cumple la undécima semana de la campaña dispuesta por el Ministerio de Salud, que empezó en septiembre y concluirá a fines de mes e incluye la inmunización contra la poliomielitis y la rubéola, cuyos virus no circulan en el país desde 1984 y 2009 respectivamente, la OMS advirtió sobre el «estancamiento» en la lucha global contra el sarampión y el consiguiente aumento de la cantidad de muertos.
El número global de muertes por sarampión pasó de un estimado de 122.000 en 2012 a 145.700 en 2013, reveló el Informe Epidemiológico Semanal de ese organismo y de los Centros para el Control de Enfermedades, mientras que el estimado de muertes por esa enfermedad en 2013 representa una disminución del 75% en la mortalidad desde 2000, pero está «significativamente por debajo del objetivo de una reducción del 95% en las muertes entre 2000 y 2015», remarcaron.
«El pobre progreso en el aumento de la cobertura de vacunación contra el sarampión ha dado lugar a grandes brotes de esa enfermedad altamente contagiosa, que lanza los objetivos de eliminación de 2015 fuera de la pista», dijo Peter Strebel, del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS.
Strebel sostuvo que «los países necesitan con urgencia dar prioridad a mantener y mejorar la cobertura de inmunización», ya que «el fracaso para revertir esta alarmante tendencia podría poner en peligro el impulso generado por una década de logros en la reducción de la mortalidad por sarampión».
La OMS señaló que el aumento de los casos de sarampión el año pasado «se debió en gran parte a los brotes en China, República Democrática del Congo y Nigeria», mientras que hubo un resurgimiento de la enfermedad viral «en varios países» de la región de Europa, «entre ellos Georgia, Turquía y Ucrania», por lo que «se necesita un renovado compromiso político de alto nivel para revertir esa tendencia».
Tras señalar que «el último fallecido por sarampión en el país fue en 1998», Vizzotti subrayó que «el riesgo de importación de la enfermedad es alto y permanente», ya que que el año pasado en Europa «se reportaron más de 30.000 casos, 8.700 internaciones y siete muertos».
«Por eso debemos jerarquizar el logro y redoblar los esfuerzos para sostenerlo, que es una responsabilidad de todos: hasta el 30 de noviembre debemos alcanzar a la meta de vacunar a tres millones de niños para que Argentina siga libre de sarampión y rubéola», enfatizó la coordinadora del ProNaCei.