Consumir frecuentemente arroz blanco favorece la aparición de diabetes de tipo 2, mientras que el riesgo de desarrollar la enfermedad es menor si se ingiere arroz integral, afirma un trabajo estadounidense. Investigadores de la Escuela de salud pública de Harvard examinaron la ingesta de las dos variedades entre 157.463 mujeres y 39.765 hombres, que fueron seguidos en tres estudios diferentes durante 14 a 20 años.
La diabetes de tipo 2, insulino-dependiente, se instala en general a la edad adulta. Hay casi 24 millones de afectados en EEUU, lo que representa el 8% de la población.
Los científicos descubrieron que las personas que consumían arroz blanco cinco veces por semana tenían 17% más de posibilidades de desarrollar una diabetes de tipo 2 que aquellos que lo comían una vez por semana solamente.
En cuanto a las personas que comían arroz integral dos veces por semana o más, el riesgo de contraer una diabetes se reducía un 11% respecto a las que comían arroz blanco una vez por semana.
Más del 70% del arroz consumido en EEUU es blanco. Este estudio, publicado en Archive of Internal Medicine, propone otra alternativa: al remplazarlo por el integral u otros cereales no refinados, como el trigo o la cebada incompletos, podría reducir en 36% el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Luego de destacar que el grano se trata de un alimento de base desde hace siglos en los países asiáticos, los autores explicaron que desde el siglo XX, los progresos realizados en las tecnologías del tratamiento posibilitaron una producción en masa de cereales refinados. “Durante este proceso la cáscara del grano, así como las partes intactas del germen, son retiradas para producir arroz blanco, que de hecho consiste en un endospermo lleno de almidón», afirman los autores.