Una reciente investigación estadounidense demostró que las familias en las que los padres dejan a sus hijos usar dispositivos electrónicos durante las comidas, tanto celulares como tabletas o reproductores de música, tienen una alimentación menos saludable que quienes utilizan este momento del día para conversar.
El trabajo, que reprodujo la agencia Europa Press, pertenece al Centro de Investigación para la Promoción de la Salud de Niños y Familia de la Universidad de Minnesota y fue publicado en la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
Expertos recomiendan desde hace años apagar el televisor durante las comidas pero ahora, con la llegada de los celulares y otros aparatos tecnológicos, los niños y adolescentes cuentan con más entretenimientos que atentan contra la hora de comer.
«El uso de dispositivos electrónicos durante las comidas es común en las familias con adolescentes, pero el establecimiento de normas para limitar su uso puede tener diversos beneficios», reconoció a Reuters Jayne A. Fulkerson, principal autora de la investigación.
Para su trabajo, Fulkerson y su equipo encuestaron a más de 1.800 padres para averiguar con qué frecuencia sus hijos veían la televisión, hablaban por teléfono, jugaban o escuchaban música con auriculares durante las comidas en familia.
También les consultaron sobre si establecen normas para el uso de estos dispositivos y por la importancia que daban a estas comidas. Por su parte, los adolescentes también se sometieron a otro cuestionario, pero para conocer el nivel de comunicación con sus progenitores.
Dos tercios de los padres aseguraban que sus hijos veían la televisión durante las comidas en familia alguna vez y hasta una cuarta parte dijo que se trataba de una costumbre habitual. El uso de teléfonos, reproductores de música o tabletas era menos habitual durante las comidas pero no tanto justo antes, como reconocían entre el 18 y el 28% de estos entrevistados. Además, tres de cada cuatro de ellos aseguran que fijan límites a la hora de usar estos dispositivos durante el almuerzo o la cena.
Por otra parte, la investigación demostró que las chicas eran más propensas a usar los medios electrónicos que los muchachos y su uso aumentaba con la edad. También el empleo de estos dispositivos durante las comidas era más común entre las familias con padres de nivel educativo más bajo.
Lo llamativo fue que, entre los padres que admitían un uso más habitual de dispositivos electrónicos, había un menor consumo de ensaladas, frutas, verduras, jugos y leche. A su vez, se bebían más bebidas azucaradas.
Durante el estudio no se le consultó a los padres si ellos también recurrían a celulares o tabletas en las comidas pero, en cualquier caso, admite Fulkerson, la investigación muestra como prescindir de las nuevas tecnologías sirve para reforzar la comunicación familiar y mejorar la alimentación.