Las autoridades hondureñas comenzaron la noche del martes a fumigar desde helicópteros al mosquito transmisor del dengue que ya se ha cobrado 13 víctimas en lo que va del año y miles de contagiados, lo que obligó al gobierno a declarar «emergencia nacional». El ministro de Salud, Arturo Bendaña, informó a medios locales que «están apareciendo día a día más casos y eso ha hecho que nosotros intensifiquemos los operativos tendientes a eliminar los criaderos».
Por eso, las autoridades sanitarias comenzaron la fumigación aérea que llega allá donde los fumigadores no pueden acceder por vía terrestre. Ante el temor de la población, el ministro aclaró que el pesticida «únicamente es tóxico para los zancudos, no para los humanos ni los animales domésticos».
Según el funcionario, las fumigaciones se llevan a cabo en Tegucigalpa con un helicóptero traído de Guatemala y en la norteña ciudad de San Pedro Sula con aeronaves de las compañías bananeras que usan los aparatos para proteger las fincas de las plagas.
Bendaña confirmó que hasta el momento son 13 las personas que han fallecido por la enfermedad en lo que va del año, pero admitió que varios casos están en estudio «porque todas las muertes originadas por cuadros febriles son sospechosas del dengue».
El pasado 22 de junio, el gobierno de Honduras decretó «emergencia nacional» por dengue, cuya variedad más letal, la hemorrágica ha afectado a 500 personas, mientras que la clásica a más de 11 mil.
Las autoridades sanitarias se quejan de que la población se muestra indiferente pese al vertiginoso avance de la enfermedad, que tiene colapsado especialmente el estatal Hospital Escuela en la capital y ha obligado a habilitar centros de salud en la periferia de la ciudad.