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Cáncer: cómo inciden los tratamientos en la procreación

Según el Instituto Nacional del Cáncer de EEUU (NCI), el cáncer afecta a todos por igual. Pero el impacto que produce en el organismo, tanto la enfermedad oncológica como los tratamientos es diferente en hombres y mujeres, y puede lesiones residuales capaces de poner en jaque el proyecto de formar una familia.

“La toxicidad por la exposición a los tratamientos oncológicos -quimio o radioterapia- es diferente sobre el aparato reproductor de la mujer y del hombre”, afirmó la doctora Guadalupe Pallotta, jefa de la Sección Oncología Clínica del Hospital Italiano de Buenos Aires.

“En las mujeres, además, serán diferentes las lesiones residuales según el momento de la vida en el que se presente el cuadro oncológico, ya que no es lo mismo si sucede durante la niñez o en la adultez. Y, por supuesto, también será distinta la posición de los pacientes de acuerdo a si han tenido la oportunidad de concebir“, agregó.

Según registros de NCI, en EEUU existen 10 millones 500 mil sobrevivientes de cáncer, de los cuales 630 mil personas tiene entre 20 y 40 años y 12.400 son niños y adolescentes. Sobre el total de estos sobrevivientes, sólo el 8 % recupera la fertilidad luego de cinco años de terminado su tratamiento, sin preservación de la misma y el 14 % a los 10 años de finalizar el tratamiento.

En Argentina se estima que la cantidad de sobrevivientes es aproximadamente 350 mil personas, de las cuales aproximadamente entre 600 y 650 de este total son niños.

Diagnóstico y voluntad procreacional 

Según cifras registradas en EEUU, solo el 50% de los oncólogos dan información a sus pacientes sobre las consecuencias en la fertilidad de los tratamientos para el cáncer.

Menos del 25% de los oncólogos derivan a sus pacientes a un centro de medicina reproductiva para un asesoramiento previo al tratamiento. Solo el 38 % de estos especialistas refirió conocer las recomendaciones de ASCO (American Society of Clinical Oncology) sobre el tema.

“Dada esta situación, se está trabajando en equipo con oncólogos para revertir en forma importante esta tendencia en nuestro país”, indicó el doctor Sergio Papier, presidente del Comité Científico de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR).

Una de las preguntas que debe hacer el oncólogo al paciente es si tiene deseos concebir. “Debemos ofrecer las posibilidades que hoy existen sin ningún presupuesto ni decisión donde el paciente no participe y aunque el médico sepa que la decisión terapéutica no debe ser pospuesta”, aseveró Pallotta.

“Los avances en el diagnóstico y tratamiento permiten la detección precoz del cáncer lo que genera un aumento de sobrevivientes. No obstante, según el tipo de cáncer y los tratamientos recibidos, pueden presentarse complicaciones: cardiovasculares, óseas, disfunciones en algunos órganos, daños psicológicos y sociales y, en casos de quimio y rayos, esto impacta en la fertilidad”, comentó la doctora Andrea Coscia, Coordinadora de la Unidad de Oncofertilidad del Centro de Estudios de Ginecología y Reproducción (CEGyR).

Cáncer y género

El 50% de los hombres, presentarán un cáncer en algún momento de la vida y necesitan preservar la fertilidad y su sexualidad. Están descriptos efectos inmunológicos y citotóxicos sobre el epitelio germinal que alteran la fertilidad. Estas patologías también pueden provocar afecciones sistémicas como fiebre y malnutrición capaces de deteriorar el estado general y generar secuelas psicológicas como ansiedad o depresión con la consecuente disfunción sexual eréctil o disfunción eyaculatoria.

En la mujer, el cáncer de mama invasor se presenta con frecuencia en edad reproductiva. El 25% de los casos nuevos por año ocurren en menores de 50 años y un 7% en pacientes de 40 años o menos.

Según estadísticas del NCI, del total de damas con este tipo de tumor, el 50% desea tener un hijo luego del diagnóstico y sólo el 10% de ellas lo logra. El 66% de las pacientes necesitarán quimioterapia o tratamiento hormonal con la consecuente toxicidad en los ovarios y la postergación del embarazo de al menos 5 años.

Tratamiento menos dañino

Para Pallotta, muchas veces es importante la elección del esquema terapéutico en base a drogas que tengan “la menor posibilidad de daño sobre el aparato reproductor”. Además, en este sentido resulta “clave informar a los pacientes sobre el impacto que tendrá el tratamiento para el cáncer que va a recibir sobre su fertilidad y, desde ese espacio, según el caso conversar sobre las posibilidades. Es importante hablar de casos particulares ya que cada paciente es único”, comentó el doctor Gustavo Álvarez, andrólogo del CEGyR.

Hoy, gracias a las posibilidades desarrolladas a través de las técnicas de criopreservación, que pueden tomar un par de semanas llevarlas a cabo, “se puede pensar en el desarrollo de una vida plena para los sobrevivientes de la enfermedad oncológica”, agregó Pallotta.

Alternativas antes del tratamiento

Aquello por hacer en términos de preservación de la fertilidad, dependerá de la etapa de la vida y el género del paciente, previo al inicio de la toma de la medicación oncológica.

Para los hombres, entre los principales métodos se pueden mencionar la criopreservación de semen y de tejido testicular, la estimulación vibratoria, la electro eyaculación o búsqueda de espermatozoides en orina. “En el área de investigación hoy se considera la posibilidad futura del autotransplante o xenotransplante, la haploidizacion de células somáticas y las células madres”, señaló Álvarez.

Para el caso de niños de ambos sexos, el tema es un poco más complejo. Requiere de la Intervención de los padres y es necesario realizar un monitoreo periódico de la aparición y seguimiento de la pubertad con evaluación asidua de la función sexual y perfil hormonal a partir de los 14 años.

“A la fecha los tratamientos oncológicos disponibles permiten que el 70% de los chicos con algún tipo de cáncer pueda sobrevivir, hecho que empujó los avances científicos que hoy permiten el congelamiento de tejido ovárico y de óvulos para preservar la capacidad reproductiva de niñas con cáncer u otras enfermedades que requieran el uso de quimioterapia o radioterapia”, explicó la doctora Andrea Coscia. Estas nuevas técnicas, según refirió Papier, abren un nuevo campo en el concepto de futuro para los niños con enfermedades que impacten en su fertilidad.

“Si bien es importante no crear falsas expectativas, la posibilidad de preservar la fertilidad ya es un hecho, para el que es necesario hablar claramente con los padres del tema con el fin de comprender el alcance real del proceso”, indicó el especialista.

Previo a estos adelantos de la ciencia, tanto para menores como para adultos, la mirada se centraba en atender el cáncer para evitar que avance sin medir las consecuencias y el impacto en la calidad de vida futura de quienes lo padecían. “Hoy la aparición de nuevas drogas y la curación de muchos cánceres pediátricos que antes eran mortales, como la leucemia, algunos linfomas, los neuroblastomas o ciertos sarcomas, requiere anticiparse e intentar preservar la fertilidad de quienes lo padecen”, señaló el presidente del Comité Científico SAMeR.

Las alternativas para preservar la fertilidad en mujeres adultas “se centran en trabajar con Agonistas de GnRH con resultados controvertidos, técnicas establecidas como la Criopreservación de embriones u ovocitos maduros y la Criopreservación de tejido ovárico que, luego del tratamiento y cuando la mujer decida ser madre, puede ser trasplantado aunque es hoy una técnica considerada experimental con solo 18 niños nacidos”, concluyó Papier.

 

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