Científicos españoles registraron en la oficina de patentes de EEUU una vacuna contra el Alzheimer, que está en la etapa de desarrollo clínico y podría ser usada en ocho años. La inmunización, que pertenece al centro de investigación biomédica EuroEspes, con sede en La Coruña fue presentada a cinco días de conmemorarse el Día Mundial de la enfermedad.
Ramón Cacabelos, director del centro de investigación, destacó de acuerdo a lo indicado por la agencia Europa Press, que el nuevo modelo de vacuna tiene «un carácter preventivo y terapéutico». Además, añadió que debido a que se administra «encapsulada en liposomas» contribuye a la regeneración neuronal y estimó que podría ser empleadas en humanos «en seis u ocho años».
La vacuna contra el Alzheimer se experimentó hasta el momento en animales transgénicos portadores de las principales mutaciones genéticas, responsables de la enfermedad en seres humanos.
Esta afección es la causa más frecuente de demencia y se trata de una condición progresiva degenerativa de las neuronas, que afecta al cerebro y causa trastornos de memoria, pensamiento y conducta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que esta condición afecta a una de cada diez personas mayor de 65 años y si bien sus causas son desconocidas, la edad es el principal factor de riesgo de desarrollo, aunque hay otros vinculados con malos estilos de vida como el tabaquismo y el alcohol que ayudan a desarrollarla.
La vacuna que desarrolla EuroEspes se caracteriza por la introducción de un nuevo inmunógeno-adyuvante diseñado para generar anticuerpos contra las placas neuronales, donde se acumula la proteína que daña el cerebro de los pacientes con Alzheimer.
Cacabelos explicó que este insumo «es capaz de eliminar esos factores que representan la muerte de áreas neuronales» y estaría recomendada «para personas genéticamente predispuestas» a padecer la enfermedad «en años críticos de su vida».
Indicó que «además presenta una capacidad de regeneración neuronal y la vacuna no provoca reacciones meningoencefalíticas, ni hemorragias intracerebrales» como otras en investigación.
En cuanto a la comercialización, Cacabelos insistió en que «entra recién en la fase de desarrollo clínico que posiblemente sea en el extranjero» y consideró que «en condiciones normales puede tardarse de ocho a 16 años».
No obstante, supuso que «este no será el caso» y que «entre seis u ocho años es posible que se utilice clínicamente».
Señaló que «por cada año que se logre retrasar la enfermedad» su prevalencia se reduciría «en más de un 30 por ciento».
En otro orden, en Argentina en el marco de la Semana de la Toma de Conciencia sobre la Enfermedad de Alzheimer 2011, el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y la Fundacion INECO, organizaron una serie de actividades, entre ellas, una caminata para el sábado 17 por el Alzheimer denominada ¡Antes de que me olvide!.
La caminata de dos kilómetros se hará de 11 a 13 en el Rosedal de Palermo y contará con la particularidad, de que también participarán afiliados al Pami.
Facundo Manes, neurólogo director médico de INECO, señaló que con esa iniciativa «se trata de educar sobre el Alzheimer y manifestar la necesidad de contar con una ley nacional sobre la misma».
Manes explicó que «es una enfermedad que se relaciona con el envejecimiento, pero también hay otros factores en los que se puede trabajar a través de la prevención». Indicó que «si cuidamos la diabetes, el colesterol y llevamos una vida sana ayudamos a que se pueda retrasar el Alzheimer».