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Cómo cuidar la voz de niños y adolescentes

Comienza la décima campaña de la Sociedad Argentina de la Voz para crear conciencia sobre los modos de prevención y detección temprana de patologías de la laringe. En diálogo con DocSalud.com la otorrinolaringóloga María Viti, Secretaria de esta organización, explica: “Este año nos centramos en los niños porque queremos que aprendan a cuidarse desde pequeños, para evitar que en un futuro pasen por el mal momento de quedarse sin voz. También, porque creemos en su habilidad para llevar conocimientos al hogar y mejorar las costumbres de la familia”.

Además, la especialista enfatiza: “Si aparece un cambio en la voz, hay que averiguar rápidamente la causa, ya que éstos problemas no se curan solos”. Como parte de la campaña, en todo el país se efectuarán controles a niños y adolescentes hasta 17 años. En caso de encontrar alguna alteración, se indicará un estudio de cuerdas vocales.

Periodista: ¿Cuáles son las recomendaciones para los más chicos?

Dra. María Viti: Galeno dijo que la voz es el espejo del alma, por eso, enseñarles a cuidar su cuerpo es enseñarles a cuidar la voz. Tomar agua, alimentarse sano y hacer ejercicio son lo principal. Todo lo demás tiene que ver con hacer un uso racional de la voz, explicándoles que un grito alcanza para lastimarse las cuerdas vocales, por eso, es mejor no gritar.

P.: En este sentido, ¿qué conductas resultan útiles adquirir desde la infancia?

M. V.: Hay que enseñarles que la laringe precisa descansar y que se necesita tener momentos de silencio. Además, decirles que para hablar en un volumen alto, hace falta que pase mucho aire por entre las cuerdas, porque si no, forzamos la garganta. Si los adultos notan que el niño tiene disfonías, es importante hacer una consulta inmediata con un medico laringólogo para que investigue la causa y, eventualmente, lo envíe a una fonoaudióloga para que le explique pautas de higiene vocal.

P.: ¿Cuáles son los consejos para los adolescentes?

M. V.: Puntualmente deben tener cuidado de no hablar por encima del ruido ambiente y no mantener conversaciones con los auriculares puestos. Si les gusta cantar, es esencial que tomen clases de canto y que no traten de imitar a intérpretes famosos, hay que tener en cuenta que éstos últimos pueden tener un registro vocal y que alcanzan determinadas notas o arreglos a partir de una técnica, hace falta aprenderla para no lastimarse.

Algunas claves para la salud vocal

P.: ¿De qué modo afecta hablar en lugares ruidosos o donde hay música a alto volumen?

M. V.: No podemos competir contra un equipo de sonido: ¡Siempre nos va a ganar! Vamos a terminar forzando la garganta. Lo que podemos experimentar es cansancio en la voz, disfonías o dolores de cuello al otro día. A veces, se inflaman las cuerdas vocales y la voz tarda días en volver.

P.: ¿Cómo afecta fumar o respirar en ámbitos con humo?

M. V.: El humo es siempre un irritante, basta pensar en la fea sensación que produce en los ojos, lo mismo le sucede a las cuerdas vocales, pero la sensibilidad es diferente. Si esta irritación se mantiene en el tiempo por ser fumadores, activos o pasivos, la mucosa que recubre la laringe empieza a cambiar y a parecerse a la piel: pierde humedad, se descama y puede dar origen a enfermedades malignas en la adultez.

P.: ¿Cómo influyen los hábitos alimenticios?

M. V.: Para poder hablar mucho tiempo sin cansarse es importante estar bien hidratados. Las bebidas cola, el mate, el café y el alcohol deshidratan las mucosas, por eso es importante acostumbrarlos a tomar siempre agua para calmar la sed. Las personas que se alimentan con comidas muy grasosas o azucaradas pueden tener reflujo faringolaríngeo, que quiere decir que el ácido del estómago sube y quema la garganta. Esta enfermedad aumentó su frecuencia en los niños y es causa de disfonía, en algunos casos puede producir sensación de ahogo.

P.: ¿Qué estudios periódicos se recomiendan, cuándo y por qué?

M. V.: Para prevenir, desde la SAV recomendamos un control en los niños que usan su voz para cantar en coros o comedias musicales, y siempre que haya disfonía. Se puede estudiar la voz con un análisis acústico mediante un programa de computación. Si el niño colabora se pueden observar a través de la boca con una óptica rígida, o a través de la nariz con una óptica flexible. Parece impresionante, pero si el profesional les explica bien, se realiza sin inconvenientes porque es un procedimiento muy corto. En algunos casos más severos, hay que examinarlos bajo anestesia para descubrir la causa del problema y, eventualmente, tratarla quirúrgicamente.

P.: ¿Cuáles son las alteraciones vocales más frecuentes en los más jóvenes?

M. V.: Los nódulos cordales, que son áreas enfrentadas e inflamadas en ambas cuerdas vocales. Se producen por un contacto traumático repetido entre las mismas, el tratamiento es siempre con foniatría. También, los quistes de cuerda vocal que tienen líquido en su interior, dependiendo de la localización se indica un tratamiento quirúrgico. Los pólipos ocurren por un esfuerzo único (un grito) que produce una lesión traumática en una cuerda vocal, el tratamiento es, frecuentemente, la cirugía.

P.: ¿Qué señales de alarma hay que considerar y acudir al especialista?

M. V.: Cuando notamos que empieza a decrecer el rendimiento de la voz, hay que consultar lo más rápido posible, para evitar que, al problema inicial, se agreguen mecanismos de compensación que empeoran el cuadro y hacen que sea más difícil solucionarlo. Por ejemplo, si al querer leer en voz alta se siente picazón o tos, si ya no se puede cantar, si no se lo escucha bien en una reunión y al otro día tiene la voz cansada. Todos estos son signos de que hay un problema, si no se consulta, termina en una disfonía, en una voz ronca, y después la rehabilitación es más lenta, que requiere reposo vocal y licencia laboral.

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