Con la llegada del invierno, muchas madres se preguntan si están abrigando a los niños demasiado, o si pasarán frío. Aquí, algunas claves para que los padres tengan en cuenta
• Los recién nacidos no son capaces de regular su temperatura corporal, por lo que son más sensibles al frío que los adultos.
• Los niños que van en cochecito o silla de paseo deben abrigarse un poco más que los adultos, ya que están inmóviles y no producen calor.
• El niño que transpira no debe ir bien abrigado para evitar que el sudor se enfríe. Lo apropiado es aligerarle de ropa para que pueda eliminar parte de su calor corporal.
• Cuando hace mucho frío, el bebé puede llevar un gorro y un par de medias. Sin embargo, si no hace mucho frío, no es necesario abrigar tanto al pequeño.
• Si tiene frío, el pequeño tiembla y se pone pálido. Es su forma de expresarlo.
• Los golpes de frío pueden provocar enfermedades. Por ese motivo, hay que tener cuidado con los cambios bruscos entre ambientes calefaccionados y los espacios más fríos.
Fuentes: Mi bebé y yo