Científicos de la Universidad de California, San Francisco, EEUU, hallaron que la administración temprana de pequeñas cantidades de leche de fórmula en los primeros días de vida a los niños que pierden mucho peso puede aumentar la cantidad de tiempo que sus madres los amamantan.
La investigación sugiere que dar tempranamente a los bebés un poco de este producto puede aliviar las preocupaciones de las mamás sobre su producción suficiente de leche y dar confianza para seguir dando el pecho.
El estudio, citado por la agencia Europa Press, incluyó a 40 recién nacidos a término de entre 24 a 48 horas de vida, que habían perdido más de un 5% de su peso al nacer. Los pequeños fueron asignados aleatoriamente para recibir la leche de fórmula limitada temprano (ELF), que consiste en 10 mililitros con una jeringa después de cada lactancia, o continuar con leche materna de forma exlusiva.
Después de tres meses, el 79% de los que recibieron leche de fórmula limitada en los primeros días de vida seguían con la lactancia materna, en comparación con el 42% que no la recibieron limitada al inicio.
«Hasta ahora, no hemos explorado, si es posible identificar a los bebés que podrían beneficiarse del uso de la leche de fórmula inicial. Este estudio proporciona la primera evidencia de que la fórmula limitada al principio (ELF) pueden proporcionar importantes beneficios a algunos recién nacidos», dijo Valerie Flaherman, profesora asistente de Pediatría y Epidemiología y Bioestadística en la UCSF, pediatra en el Hospital Benioff Children de UCSF y autora principal del estudio, publicado en la revista Pediatrics.
«En base a nuestros resultados, los médicos pueden considerar recomendar el uso temporal de una pequeña cantidad de fórmula para las nuevas madres cuyos bebés están experimentando una pérdida significativa de peso antes de tiempo», afirma la principal investigadora de este estudio, cuyos resultados se publicarán en la revista ‘Pediatrics’.
«El uso de la leche de fórmula tiene el potencial de ser una pendiente resbaladiza hacia la interrupción de la lactancia, pero ELF es una manera diferente de concebir su uso –dijo Flaherman–. En lugar de dar biberones llenos de leche de fórmula que hacen que sea difícil para el bebé volver al pecho de su madre, ELF supone una pequeña cantidad de suplementación con un punto final claro que alivia algo de la tensión que sienten las nuevas madres acerca de la producción suficiente de leche».
La lactancia materna es conocida por ofrecer beneficios de salud preventiva de gran alcance para los bebés, lo que reduce el riesgo de infecciones y alergias, y ofrecer un equilibrio perfecto de nutrientes para ayudar a que los bebés se conviertan en niños fuertes y sanos. La Academia Americana de Pediatría recomienda actualmente a las madres sanas que amamanten a los recién nacidos exclusivamente durante los primeros seis meses para darles los máximos beneficios para su salud.
Las mujeres no producen inmediatamente altos volúmenes de leche después del parto, sino que al principio las madres secretan pequeñas cantidades de calostro, que contiene altas concentraciones de nutrientes y anticuerpos para el bebé, pero durante este periodo, los bebés suelen perder peso y las madres pueden estar preocupadas de que sus hijos pasen hambre. «Muchas madres están preocupadas sobre la producción de leche, que es la razón más común que hace dejar la lactancia materna en los primeros tres meses», señaló Flaherman.
Por su parte, otro de los autores principales del estudio, Thomas Newman quien es profesor de Pediatría y Epidemiología y Bioestadística en la UCSF y Pediatra en el Hospital Benioff de Niños en la UCSF opinó que “será importante ver si estos resultados pueden confirmarse en el futuro, con estudios más grandes y en otras poblaciones».
Ambos expertos subrayan que el objetivo de esta investigación es ayudar a los bebés amamantan durante más tiempo, ya que la lactancia materna es el mejor método para alimentarlos.
Fuente: Europa Press