El 14 de junio se celebra en todo el mundo el Día Internacional Del Donante de Sangre. La fecha busca generar conciencia sobre la importancia de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para la población y agradecer a quienes en forma altruista donan todos los días.
Para el 2020, la OMS se propuso lograr que todos los países obtengan su sangre de donantes voluntarios no remunerados, algo que en la actualidad alcanzan 62 países, mientras que 40 continúan dependiendo de donantes familiares e incluso de dadores remunerados, según señaló en un comunicado.
Argentina integra la lista de aquellos 40 países que todavía no alcanzaron el 100 % de donantes seguros. “Aunque el número de donantes voluntarios viene en aumento, seguimos dependiendo de los familiares o amigos de quienes necesitan sangre para abastecer el banco de cada institución hospitalaria”, resaltó el Dr. Oscar Torres, presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI).
El especialista agregó, además, que “las acciones no solo deberían estar dirigidas a captar la voluntad de los dadores espontáneos sino también a generar conciencia en los eventuales receptores, porque recibir sangre segura en el momento oportuno es un derecho de todos y cualquiera de nosotros puede necesitar sangre a lo largo de la vida”.
¿Quienes necesitan sangre?
Embarazadas con complicaciones obstétricas, niños con anemia grave, personas con traumatismos provocados por accidentes, intervenciones quirúrgicas, enfermos de cáncer o personas afectadas por enfermedades como la talasemia, son algunas de las circunstancias en las que se debe recurrir a las transfusiones de sangre.
“Siempre hemos trabajado en la promoción de la donación y lo seguiremos haciendo. Ahora también vamos a insistir en el derecho de quien la necesita como un medicamento. Llegó el momento de hablar de los receptores, es una buena manera de generar conciencia ya que quien recibe sangre segura es un potencial donante”, reflexionó Torres.
“Cada donación de sangre es un regalo de vida”, recuerda la OMS. Recibir ese obsequio es una oportunidad para sensibilizarse y aprender a dar.