Un simple tubo de gomaespuma puede ser de ayuda para ejercitar la resistencia física, el equilibro, la fuerza y hasta la capacidad cardiovascular, motivo por el que se convirtió en la última moda en entrenamiento.
Se trata del foam roller, un accesorio que ayuda al automasaje, y que libera tensiones en los llamados “puntos gatillo”. Suele usarse en dos momentos: antes y después del ejercicio, lo que permite primero activar la musculatura para el entrenamiento y más tarde, reducir el dolor.
Su uso antes de la rutina ayuda a la flexibilidad, así como también a prevenir posibles lesiones. Después del ejercicio, permite eliminar el ácido láctico liberado durante el entrenamiento y agilizar la recuperación corporal.
Al foam roller también se lo utiliza para tonificar con resultados naturales, ya que se utiliza la fuerza del propio cuerpo y puede aprovecharse para imitar movimientos que se hacen en pilates, según detallan preparadores físicos.