Tras los atracones de la Fiestas, llegan las promesas para adoptar hábitos más saludables en el nuevo año. Estas consignas pueden ser simples, pero no siempre son fáciles de cumplir. Y muchos desisten. ¿Cómo no claudicar? Aquí psicólogos brindan algunos consejos.
• Persistir, a pesar de los tropiezos. Un estudio sobre 5.000 personas arrojó que entre los que se propusieron metas para el año nuevo, quienes mostraron menor índice de éxito fueron quienes tenían una «actitud fatalista» frente a distintos aspectos de la vida. El psicólogo Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, en Reino Unido, sostuvo que entre ese grupo, es probable que regresen viejos hábitos no tan sanos. Pero aconsejó tomarlos como “reveses ocasionales” y no como una excusa para abandonar objetivos. «Si tras empezar una dieta, un día la persona ataca el paquete de galletitas, no se debe pensar ‘ya está, fracasé’ y rendirse. La clave es combatir ese fatalismo con persistencia», dijo Wiseman al sitio BBC Mundo. En síntesis, tras un tropiezo, se debe recomenzar al día siguiente.
• Buscar redes de contención. Los objetivos, en soledad, son siempre más difíciles. El apoyo de familia y amigos es vital para no perder de vista las metas. De acuerdo con los expertos, las mujeres se benefician más de este tipo de apoyo y también son mejores a la hora de brindarlo. Los hombres, en cambio, suelen ser más laxos e incluso incentivar a que la persona coma ese postre que trata de evitar.
• Llevar un registro de los cambios. Un cuaderno, un blog, un archivo Excel. Todo sirve para asentar las modificaciones que se realizan día tras día, por más pequeñas que sean. Estas anotaciones ayudan en el proceso, porque obliga a revisar conductas y permite poner los logros en perspectiva. De acuerdo con psicólogos es importante anotar las veces que uno fue al gimnasio, o cuando evitó las tentaciones como por ejemplo el chocolate. También ayuda llevar una lista de control que muestre cómo las metas que se buscan alcanzar mejorarán nuestras vidas. Pero también hay que permitirse pequeñas recompensas para mantenerse motivado.
• Plantearse metas posibles. Los objetivos a la medida de cada persona ayudan en el éxito y evitan la frustración. Por ejemplo, una persona que no suele hacer ejercicio debe plantearse “voy a ir al gimnasio una vez por semana y más tarde ir dos veces” en lugar de “correré una maratón”.
• Crear ambientes y climas que ayuden al éxito. Una medida, como no tener galletas en la casa si eso es lo que nos hace peligrar la dieta, es eficiente. También lo es entender cuáles son los disparadores del estrés que nos lleva a desear un cigarrillo y atentan contra el deseo de dejar de fumar y pensarlo dos veces.