El fiscal Javier Di Santo de Río Cuarto imputó como presunto autor de «homicidio calificado por alevosía» a un médico sospechado de provocar la muerte de dos enfermos terminales a los que les habría aplicado inyecciones de potasio.
La imputación del fiscal contra el médico Martín Isa se concretó después de una larga declaración, por más de tres horas, prestada por el acusado en la que negó todos los cargos y brindó su propia versión de los hechos, confirmó Di Santo.
Los episodios investigados habrían ocurrido en la unidad de terapia intensiva de una clínica privada de esa población del sur, que dista 230 kilómetros de la ciudad de Córdoba, donde el imputado era jefe del servicio.
La causa se inició después de que una enfermera denunció que el 30 de julio, con la terapia saturada de urgencias, Isa aplicó inyecciones a los pacientes Roque Centeno, de 67 años, y Claudia Amaya, de 42, y vio cómo el médico desechaba ampollas de potasio, al tiempo que los pacientes morían de paros cardiorrespiratorios.
No hay dudas de que estas personas eran pacientes terminales, pero lo que se intenta determinar es si su deceso, con escasos minutos de diferencia, se produjo de manera natural o si fue precipitado en forma intencional.
El abogado defensor de Isa, Eduardo Massa, informó que su cliente dio explicaciones de su proceder y negó rotundamente haber aplicado potasio a dos pacientes para acelerar su deceso.
Massa dijo que, según su cliente, lo que le inyectó a los dos pacientes de terapia intensiva fueron «sedativos que habitualmente se manejan en la emergencia para aliviar su situación y sostenerlos con vida».
La imputación se hace en grado de sospecha leve por lo que el imputado mantiene su libertad, explicó el fiscal.
La sospecha leve se aplica cuando existen indicios de delito, que aunque no llegan a ser sospechas mayores, permiten que se disponga la imputación a fin de facilitar la defensa del sospechoso, y no impone restricciones para su libertad.
En tanto, se esperan los resultados de las pericias histopatológicas y toxicológicas en los cuerpos de los pacientes para determinar la presencia o no de potasio, y en qué cantidad.
Los resultados de estos estudios, que se esperan para dentro de diez días, «pueden llegar a esclarecer» si esta sustancia fue la causa de las muertes, dijo el fiscal.