La Organización Mundial de la Salud (OMS), organizaciones de la sociedad civil, gobiernos de diferentes países y las principales empresas farmacéuticas constituyeron una coalición internacional para el control y erradicación de las denominadas “enfermedades olvidadas”.
La alianza está integrada por ONGs como la Fundación Bill and Melinda Gates, DNDI (Drugs for Neglected Diseases Initiative) y la argentina Mundo Sano, la única de América Latina. También suscribieron al acuerdo las trece compañías de la industria farmacéutica más importantes del mundo, el Banco Mundial y los gobiernos de Gran Bretaña, EEUU y de los países afectados.
Se conoce como «enfermedades olvidadas» a aquellas asociadas con la pobreza y que por lo tanto, no han despertado el interés comercial de las empresas de salud ni los laboratorios farmacéuticos, por lo que el destino de los enfermos y de la población en riesgo depende de la atención que le dirijan los gobiernos.
En una primera etapa, los padecimientos que se busca erradicar son la dracunculiasis, la filariasis linfática, el tracoma, la enfermedad del sueño y la lepra, y controlar las geohelmintiasis, la esquistosomiasis, la oncocercosis, la enfermedad de Chagas y la leishmaniasis visceral.
Entre los objetivos de la alianza figuran sostener o expandir los programas de donación de drogas existentes para cubrir demandas hasta 2020, y compartir la experiencia y las bibliotecas de compuestos para acelerar la investigación y el desarrollo de fármacos o encontrar nuevos usos a los ya existentes. También se ofrecieron más de 785 millones de dólares en apoyo a los esfuerzos de investigación y desarrollo.
Además, los socios suscribieron la Declaración de Londres sobre Enfermedades Desatendidas, en la que garantizaron mayores niveles de colaboración en la lucha contra las enfermedades olvidadas, el seguimiento riguroso de los progresos y la realización de informes sobre los avances.
“Formar parte de esta iniciativa significa profundizar un compromiso que hemos asumido hace muchos años, que es hacer frente a las enfermedades olvidadas. Hoy fuimos convocados para replicar nuestras experiencias y nuestros modelos de gestión a otras escalas y en otras latitudes”, señaló la presidente de Mundo Sano, Silvia Gold. Para la representante de la ONG, “la articulación de esfuerzos, recursos y experiencias», es clave pare realizar intervenciones contra estos padecimientos.
La participación de Mundo Sano se desarrollará en tres etapas: la primera consiste en replicar a mayor escala, en la ciudad de Tartagal (Salta), una experiencia piloto de diagnóstico y tratamiento comunitario para parasitosis transmitidas por el suelo que se realiza en Orán, desde abril de 2010. Además, profundizará el alcance de las actividades relacionadas a la enfermedad de Chagas en Añatuya (Santiago del Estero) y Pampa del Indio (Chaco), entre otras localidades argentinas.
Para la segunda fase de trabajo, Mundo Sano trabajará en conjunto con otros países de Latinoamérica para replicar estos modelos en el continente. Finalmente, para la tercera etapa las intervenciones se realizarán en países de Africa.
El presupuesto del proyecto es de 5 millones de dólares para ser invertidos hasta el año 2020.