Las personas que son capaces de cruzar las piernas poco después de haber sufrido un derrame cerebral son más propensas a tener una buena recuperación que las que no pueden hacerlo, según un estudio divulgado en el último número de la revista Neurology, de la Academia Estadounidense de Neurología.
«A pesar de haber sufrido severos derrames que les dejaron una ligera pérdida de movimiento e incluso reducida consciencia, nos dimos cuenta de que algunas personas todavía eran capaces” de realizar este movimiento, algo que “no es tan fácil como parece», explicó el autor de la investigación, Berend Feddersen, de la Universidad de Munich, en Alemania.
Aquellos que pueden cruzar las piernas en los primeros 15 días después de haber sufrido un derrame fueron más propensos a gozar de una mayor independencia en su vida diaria, menos problemas neurológicos y menores tasas de mortalidad, de acuerdo con el estudio.
En la investigación participaron 68 personas que habían sufrido un derrame cerebral y estuvieron en cuidados intensivos. Se dividieron en dos grupos iguales, uno con los que eran capaces de realizar este movimiento y otro con los que no,. La evolución de los pacientes fue seguida durante un año.
Cumplido ese lapso, se observó que una sola persona (equivalente al 9 %) murió en el grupo de los que podían cruzar las piernas, en comparación con los 18 fallecidos (un 53 %) del otro.
Además, los que realizaron este movimiento a los 15 días del derrame pudieron, un año después, caminar sin ayuda, por lo que tenían una «discapacidad moderada». Frente a eso, los del otro grupo padecían todavía una «discapacidad grave y requerían atención constante».