Dada la gran expansión del dengue en determinadas zonas del mundo y ante el fracaso de la erradicación definitiva del vector, el mosquito el Aedes aegypti, los investigadores implementaron el método llamado “técnica del insecto estéril”.
En el 2015, la revista Plos One había publicado un trabajo de campo realizado en Brasil por científicos de la Universidad de San Pablo, quienes usaron un método llamado SIT por sus siglas en inglés y que significa Steril Insect Technique. Si bien la técnica era prometedora, tenía ciertas limitaciones.
Previo al inicio de las actividades científicas, los expertos solicitaron la aprobación a las entidades regulatorias nacionales brasileñas. La cepa OX513A fue la empleada para la cría, producción con SIT y posterior liberación en masa del insecto estéril.
Esta cepa fue modificada genéticamente por radiación. ¿Qué sucedió entonces? Los mosquitos cultivados en laboratorio sufrieron modificaciones genéticas por acción de la radiación de manera que los gametos de esos machos resultaron estériles. De este modo, compitieron en el apareamiento con las hembras con sus pares salvajes, pero los descendientes no alcanzaron la vida adulta.
Es necesario recordar que el Aedes aegypti es el vector común que comparten tres enfermedades infectocontagiosas que crecieron ayudadas por el cambio climático:el dengue, el chikungunya y el zika
Los investigadores lanzaron en las aéreas epidémicas grandes cantidades de mosquitos infértiles para que se mezclen con los salvajes. A lo largo de meses se observó una merma significativa en el descenso del número de casos de dengue en más del 90% en Brasil, Panamá e Islas Caimán. La gran desventaja de la radiación es que pueden afectarse varios genes durante el procedimiento.
Con la mira de mejorar el método, la compañía Británica Oxitec propuso una nueva técnica de la mano de la genética aprovechando los instintos reproductivos del insecto. Consiste criar en laboratorio machos Aedes e insertarles un gen inhibidor de la reproducción para que los gametos resulten no viables. Se liberan millones y millones de machos infértiles para que se mezclen con los salvajes y que copulen. Como resultado final, la hembra dará vida a mosquitos que solo alcanzaran el estado larvario.
Sin embargo hay polémica en las ONG que velan por el medio ambiente para con ambas técnicas así como con la fumigación con pesticidas. Por un lado el daño potencial que tendrían sobre la ecología lugareña como así también por la posibilidad de causar modificaciones estructurales en la arquitectura del mosquito.
Para frenar esta amenaza cada vez mayor, varios países de Latinoamérica disponen de una vacuna tetravalente llamada Dengvaxia. Al momento de su incorporación, es necesario tener en cuenta el aislamiento de la cepa de Aedes aegypti prevalente en el país afectado.
Ante el avance de esta plaga algunos expertos y autoridades sanitarias de los países involucrados consideran efectivo y pertinente en primer lugar implementar campañas de descacharrización y luego la fumigación de las zonas invadidas, aun con el riesgo de alterar la biodiversidad de los lugares.
Como medida preventiva menos perjudicial para el medio ambiente tanto el desarrollo de vacunas eficaces y seguras contra el dengue, como la modernización de técnicas con base genética son esperables.
*La Dra. Raquel Piazza (M.N.:67844) es Médica Pediatra.