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Detección precoz, clave en artritis reumatoidea

Una encuesta realizada en América Latina en 2013 evidenció que los pacientes con artritis reumatoidea experimentan los síntomas durante dos años antes de ser diagnosticados y consultan por primera vez a un reumatólogo cinco meses después de confirmar que padecen dicha enfermedad. Sin embargo, especialistas resaltaron que la detección antes del primer semestre es clave para el éxito de los tratamientos. Estos datos fueron difundidos en el marco del mes de las enfermedades reumáticas y tras haberse celebrado el día mundial de esta dolencia, el pasado 12 de octubre.

“Nuestro principal objetivo es que los pacientes con artritis reumatoidea lleguen lo más rápido posible a la consulta con el reumatólogo. Debemos aprovechar lo que se denomina ´ventana de oportunidad´, que son los primeros meses, entre los 3 y los 5, desde que se inician los síntomas hasta que el paciente comienza con el tratamiento”, afirmó el doctor Oscar Rillo, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Pirovano y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR). Según el especialista, un retraso aún de pocas semanas “implica la pérdida de la posibilidad de obtener mejores resultados”.

Según explicó Rillo, el acceso al diagnóstico cambió en forma positiva, pero todavía debe mejorarse. “En los últimos años hemos logrado generar una mayor conciencia y esto afortunadamente nos permitió reducir el tiempo en el que los pacientes llegan a la consulta con el reumatólogo”, dijo.

Cuando la artritis reumatoidea no se trata a tiempo, puede generar discapacidad y graves consecuencias en la vida cotidiana del paciente. “Un mismo tratamiento aplicado durante esta ´ventana de oportunidad´, es decir en un estadio temprano, tiene una mayor posibilidad de éxito que el mismo tratamiento aplicado tardíamente, cuando la enfermedad ya avanzó”, indicó Rillo.

La artritis reumatoidea puede afectar a personas de ambos sexo, aunque es más frecuente en las mujeres, y si bien  es más común entre las individuos  de mayor edad, también perjudica a niños y jóvenes.

 La enfermedad progresa de una manera lenta y se manifiesta con rigidez, dolor e hinchazón en las articulaciones, como manos y pies, aunque también puede afectar rodillas, tobillos, codos y otras articulaciones; sensación de debilidad generalizada, fatiga y fiebre, aunque con menor frecuencia.

Cabe agregar que la rigidez mejora con el movimiento y la actividad física y empeora con el reposo prolongado.

En algunos casos, las personas con la enfermedad pueden presentar compromiso cardíaco y pulmonar ya que se pueden inflamar los revestimientos que rodean al corazón (pericarditis) y a los pulmones (pleuritis); resequedad en ojos y boca (síndrome de sjögren) porque se inflaman las glándulas lacrimógenas y salivares; inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) y anemia (bajo recuento de glóbulos rojos).

“Los pacientes inician sus síntomas en forma progresiva. Aparece el dolor y la hinchazón en las pequeñas articulaciones de las manos, como los nudillos, y con el avance de la enfermedad aumenta el dolor y el número de articulaciones comprometidas, como muñecas, codos, rodillas”, indicó el doctor Rillo.

“Las técnicas de diagnóstico por imágenes son un importante aliado, junto con el laboratorio especializado, a la hora de detectar un gran número de afecciones reumáticas”, indicó el especialista. 

La doctora Alma Grinstein, jefa del Servicio de Imágenes del Hospital Pirovano detalló que  “los ultrasonidos, y la resonancia magnética posibilitan realizar diagnósticos en etapas más precoces, mientras que la ecografía musculo esquelética con traductor de alta frecuencia resulta una herramienta de gran ayuda para el reumatólogo para la evaluación y diferenciación de las distintas estructuras comprometidas, en la cuantificación del proceso inflamatorio, la documentación del compromiso subclínico y el monitoreo de la respuesta al tratamiento”.

“Con la radiología convencional sólo se ven algunas lesiones articulares en uno de cuatro pacientes. Pero con estas técnicas ecográficas, se podría detectar lesiones en más de la mitad de los afectados”, concluyó Rillo.

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