Los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH) ampliaron su lista de sustancias biológicas y químicas que incrementan los riesgos de desarrollar cáncer. En su edición número 12 del Informe sobre Cancinógenos se agregaron ocho nuevos compuestos, entre ellos, el formaldehído o formol, un agente que ya fue calificado de peligroso por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que se encuentra en productos para el alisado definitivo del cabello y los esmaltes de uñas.
Linda Birnbaum, directora del Instituto Nacional de Salud y Ciencias Medioambientales declaró en un comunicado que disminuir la exposición a agentes que causan la enfermedad es algo deseado por todos, por lo que este nuevo documento resulta de suma importancia,
El informe, elaborado a pedido del Congreso de EEUU, clasifica las sustancias en dos categorías: aquéllas cuya capacidad cancerígena fue demostrada y las que se anticipa razonablemente que lo serán. Dentro de esta última clasificación entró el formaldehído en la segunda edición de este informe, ya que fue constatada su toxicidad.
El componente químico, empleado para la fabricación de resinas de algunos utensilios del hogar, incluidos plásticos o revestimientos, aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer nasofaríngeo y sinonasal. Cuanto mayor es el grado de exposición y más prolongado en el tiempo, mayor es el riesgo.
Estar expuesto a este gas incoloro e inflamable también se asoció con más chances de sufrir leucemia mieloide. Este vínculo fue demostrado en un estudio realizado con empleados de funeraria, donde el formaldehído se usa para embalsamar cadáveres, mostró está relación.
Junto al formol, los NIH incluyeron los ácidos aristóloquicos en la categoría de sustancias cancerígenas. Estos compuestos son generados de forma natural por algunas plantas y provoca cáncer de vejiga y del tracto urinario superior en personas que padecen enfermedades renales.
Capafol (fungicida), carburo de tungsteno y cobalto, riddelliine (tóxico sintetizado por algunas plantas), estireno (producto del humo del tabaco), o-nitrotolueno (usado en la fabricación de tinturas) y algunas fibras de vidrio inhalables son los seis agentes restantes incluidos en esta “lista negra”. Todos ellos fueron incorporados en la categoría de probables carcinógenos ya que, la mayor parte, mostró esta capacidad en estudios con animales aunque en humanos no hay aún suficiente evidencia.