La madre de Juan Brizuela, el pequeño de 10 años que se encontraba primero en la lista del INCUCAI y que recibió un trasplante de corazón en una intervención quirúrgica que duró más de cinco horas, es optimista pero guarda cautela sobre el pronóstico de su hijo.
«Hay que esperar 48 horas y más también» le sugirieron los médicos del Hospital Garrahan. «Hay que tener paciencia», explica María Angélica Brizuela, quien ahora tiene otra preocupación por delante: conseguir una vivienda para permanecer en Capital hasta que el estado de su hijo le permita regresar a la provincia de San Juan.
Ayer, tras la operación, había adelantado: «Gracias a Dios salió todo bien». «Los médicos me dijeron que apenas le pusieron el corazón empezó a latir.
Juan se encontraba primero en la lista de emergencia del INCUCAI a la espera de un urgente trasplante de corazón y desde hace 11 meses permanecía internado y conectado a una bomba cardíaca, por las fallas en su propio corazón.
Padecía un severo cuadro de miocardiopatía dilatada, lo cual le produjo una grave insuficiencia y la necesidad de un trasplante para poder seguir viviendo.