En una ceremonia presidida por el viceministro de Salud de la Nación, Gabriel Yedlin, Carolina conoció a Virginia, a quien le agradeció el haberle salvado la vida al donar médula tras haberse inscripto en el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH).
“Están pasando cosas buenas y tenemos una gran satisfacción de ver en forma tangible el resultado de políticas que benefician a la gente”, subrayó el viceministro de Salud, Gabriel Yedlin, al encabezar un acto con motivo del undécimo aniversario del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), en el que Carolina conoció a Virginia, quien le salvó la vida al donarle médula ósea.
“Se nos caen lágrimas de emoción cuando vemos a dadores y receptores juntos, gente joven con chicos y todo un futuro por delante. Somos un país de gente solidaria, gente sana que dona sangre o médula ósea y gente que, en medio de un momento crítico por el fallecimiento de un familiar, dona sus órganos y tejidos: y así salvan muchísimas vidas, remarcó Yedlin luego de destacar “el maravilloso grupo de profesionales” que trabaja en el INCUCAI, el organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Juan Manzur.
“Gracias a vos, gracias al INCUCAI, he salvado mi vida, soy un ejemplo viviente de que se puede: donar médula ósea es donar vida. Hoy tengo una vida normal, no me han quedado secuelas de mi enfermedad y soy ejemplo de una buena calidad de vida después de un trasplante”, le dijo Carolina a Virginia en medio de la emoción de ambas y los aplausos de los asistentes al acto. “Ahora que nos conocemos tenemos muchas cosas que contarnos de nuestras vidas”, comentó.
“Es un gran placer conocerte ahora. Esto nos va a unir para toda la vida”, respondió Virginia, quien puso de relieve que el acto de donar “es tomarse un momento para ir a un centro especializado y hacerlo sabiendo que se está salvando una vida”. “No es para nada algo desagradable ni causa ningún trastorno. Al poco tiempo de donar llevé con normalidad el embarazo de mi hijo”, enfatizó.
Durante un acto al que además asistieron el director del INCUCAI , Carlos Soratti, y el director del Registro de Donantes de CPH, Gustavo Piccinelli, autoridades de organismos provinciales de donación, referentes de sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil, se entregaron estatuillas a dadores en reconocimiento a su acción voluntaria y solidaria.
Cada año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplásica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos, las cuales pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea. Estas células madres son las encargadas de producir los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno a los tejidos; los glóbulos blancos, que combaten las infecciones en el organismo y se ocupan de la vigilancia inmunológica; y las plaquetas, que participan del proceso de coagulación de la sangre.
Sin embargo, sólo entre un 25% y un 30% de estos pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar. El resto debe recurrir a un donante no emparentado, a través de los registros de donantes voluntarios, entre ellos el Registro Argentino, que constituyen la red mundial Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW)
Al acto asistió Laura Vaccarone, quien desde hace dos años espera una donación de médula ósea para salvar a Rafaela, su hija adoptiva, quien padece un enfermedad de la que sólo se conocen cinco casos en todo el mundo. “La gente tiene que saber lo importante que es tomarse un instante para pensar en todo lo que se puede ayudar con un poco de sangre, sin correr ningún riesgo. Con ese pequeño gesto se puede salvar una vida”, puntualizó.
Por su parte, Carlos Soratti puso de relieve que la puesta en marcha del registro de donantes de CPH permitió atender en el país a cualquier paciente, con o sin cobertura médica, que necesite un trasplante, “cuando antes había que viajar al exterior con un gasto de cientos de miles de dólares que no está al alcance de cualquiera”.
“Hoy se hace todo aquí, cualquiera sea la cobertura que tenga el paciente. Las que viajan son las células, si son de aquí mejor, y si son de un dador extranjero también, gracias a que Argentina forma parte de la red mundial de registros de donantes”, apuntó a su vez Gustavo Piccinelli.
Desde su creación en el año 2003, el Registro Nacional de CPH posibilitó que 520 pacientes accedan a un trasplante de médula ósea con donante no emparentado. El año pasado se realizaron 82 trasplantes de CPH con un donante no emparentado obtenido gracias a la intervención del INCUCAI. Solamente seis de ellos fueron concretados con donantes argentinos, ya que 76 fueron donantes extranjeros registrados en la red mundial.