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En el país, una de cada cuatro mujeres postmenopáusicas sufre osteoporosis

Una de cada cuatro mujeres posmenopáusicas presenta osteoporosis en la Argentina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que especialistas recomiendan realizar actividad física y consumir las cantidades diarias necesarias de calcio y en caso de necesitarlos, suplementos de vitamina D, como un factor «fundamental para mantener los huesos sanos y fuertes».

«La osteoporosis es una enfermedad esquelética sistémica caracterizada por baja masa ósea y deterioro de la microarquitectura, con la consecuente disminución de la resistencia ósea. La baja masa ósea es el principal factor determinante de fracturas», explicó a Télam María Belén Zanchetta, coordinadora Médica del Instituto de Diagnóstico e Investigaciones Metabólicas (IDIM), con motivo del Día mundial de la osteoporosis, que se conmemora cada 20 de octubre.

La especialista precisó que se trata de una enfermedad de gran prevalencia y alta morbilidad, y detalló que para tratarla «es importante consumir calcio y vitamina D adecuadamente, realizar actividad física y, en caso de ser necesario, seguir tratamientos para disminuir el riesgo de fracturas».

«Hasta los 30 años aproximadamente, los huesos se encuentran en período de crecimiento y alcanzan su pico de masa ósea, es decir, el momento de mayor osificación. Luego, hasta los 50 años, pasan al período de mantenimiento, y finalmente comienza una etapa de disminución», detalló.

Un estudio publicado en 2013 por la International Osteoporosis Foundation (IOF) -conformada por más de 230 asociaciones médicas de 98 países- en base a datos de la OMS mostró que en Argentina una de cada cuatro mujeres posmenopáusicas presenta osteoporosis.

«Los hombres no están exceptuados de padecerla, pero la incidencia en el sexo femenino es seis veces menor. Si bien la enfermedad afecta a todo el esqueleto, las partes del cuerpo que son más propensas a sufrir fracturas son la muñeca, la cadera y la columna», refirió Zanchetta.

La experta destacó que una fractura previa duplica el riesgo de otra subsiguiente, y que ocho de cada diez pacientes no reciben el tratamiento adecuado en el primer año posterior a una quebradura por osteoporosis.

«La Argentina se ubica en el sexto lugar entre los países de América Latina con mayor incidencia de fracturas de cadera, que actualmente son más frecuentes en mujeres que en hombres, con un total aproximado de 34.000 quebraduras al año o 90 por día», puntualizó.

En cuanto al mantenimiento y cuidado de los huesos, la especialista recomendó, además de realizar actividad física -que mejora el tono muscular y el equilibrio- consumir alrededor de 1.000 miligramos de calcio al día, cantidad que se obtiene con dos porciones de lácteos, como un vaso de leche o yogur o una porción de queso.

«El calcio es un nutriente indispensable para el organismo, ya que el cuerpo no lo fabrica. El 99% de él está depositado en los huesos, por lo que diariamente se tiene que consumir ese nutriente. Las personas nacen con 28 gramos de calcio y en la edad adulta llegan a tener de 1.000 a 1.300 gramos», explicó.

Zanchetta remarcó que si no se realiza el aporte necesario del nutriente, «el organismo recurrirá al hueso para obtenerlo, lo que descalcifica al paciente».

«La vitamina D es vital para mantener el funcionamiento y la estructura adecuada de los huesos», advirtió. Si bien es generada por el propio cuerpo cuando la piel se expone al sol, esta conducta no siempre es posible, por lo que la experta precisó que «la suplementación con 800 UI/día disminuye el riesgo de caídas en personas mayores».

«La osteoporosis puede revertirse. En la actualidad contamos con varias alternativas terapéuticas que disminuyen hasta un 70% el riesgo de fracturas vertebrales y hasta un 40 por ciento el riesgo de fractura de cadera», insistió la especialista.

Y completó: «La masa ósea puede recuperarse en un gran porcentaje, pero que la enfermedad pueda curarse o no depende del estadio en el que se encuentra cuando se diagnostica, por lo que es importante la detección temprana».

El método más directo para diagnosticar la osteoporosis es a través de mediciones de la masa ósea (densidad mineral ósea o DMO), para definir un «umbral de fractura». Por ello, se realiza a los pacientes una «densitometría ósea», que puede hacerse con rayos x, ultrasonidos o isótopos radiactivos.

El estudio de las densitometrías a lo largo de un período de tiempo determinado permite analizar la evolución de la pérdida de calcio y realizar los tratamientos preventivos correspondientes.

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